El alero estadounidense del Regal Barcelona, Pete Mickeal, con 23 puntos, se ha convertido en el mejor cirujano para su equipo y asaltar el pabellón sevillano de San Pablo, lo que permite al conjunto azulgrana cicatrizar la herida abierta tras la derrota en la Euroliga ante el Fenerbahce turco.
Empezó bien el conjunto sevillano, que combinó una buena defensa compacta para impedir la cómoda anotación de los catalanes, con su acierto ofensivo para mandar en el primer cuarto, lo que permitió al Cajasol mandar tras el primer parcial (19-16).
Tuvo que ser Ricky Rubio el que rescatara a su equipo en el segundo cuarto. El base, magnífico en la dirección y penetración, supo mover al conjunto catalán para lograr un parcial de ocho puntos que dejaría muy igualado el marcador en el descanso (37-38).
Tras el paso por los vestuarios el Regal recuperó al estadounidense Pete Mickeal para su causa y logró distanciarse en el marcador con una ligera ventaja (44-50).
La buena actitud de los sevillanos hizo que encaran bien el tramo final del encuentro, pero no fue suficiente para doblegar al campeón de Europa, que recuperó sus mejores sensaciones gracias a un excepcional Mickeal y pudo controlar el encuentro plácidamente para lograr una merecida victoria (67-75).
Van Lacke vapulea al DKV
EL Blancos de Rueda Valladolid ha infligido un severo correctivo al DKV Joventut, conjunto al que doblegó por 91-72 con una clara superioridad tanto en defensa como en ataque desde el principio hasta el final.
Van Lacke, el mejor con 22 puntos y 35 de valoración, ponía el "tempo" y la claridad al elaborado ataque vallisoletano, mientras que el DKV Joventut se encomendaba al poderío imperial en la zona de McDonald y al tino desde el perímetro de English para acercar el tanteo a falta de dos minutos para la conclusión del primer cuarto (21-16).
En el segundo cuarto, el cuadro de Pepu Hernández seguía atascado. La aguerrida defensa individual vallisoletana le obligaba a abusar del lanzamiento de tres y a cometer cuantiosos errores. Por su parte, el juego interior de Blancos de Rueda Valladolid funcionaba como un reloj suizo, con Slaughter y Báez portentosos bajo el aro.
Tras el descanso (48-33), el DKV Joventut salió en tromba. Presionó la salida de balón y anotó ocho puntos consecutivos en un minuto. Una importante pájara en defensa de la que el Blancos de Rueda se recuperó enseguida, frenando en seco la remontada visitante.
Otro parcial de 8-0 en el arranque del último cuarto hizo albergar esperanzas en el cuadro catalán, pero el Blancos de Rueda se puso de nuevo el mono de trabajo y volvió a arrollar en ataque a un adversario desquiciado y que, ahora sí, había arrojado la toalla. La diferencia trepó hasta los 19 puntos al final del partido.