Los inversores madrileños han vivido este viernes una jornada no apta para cardiacos. Así, la bolsa española abría muy a la baja, siguiendo la tendencia iniciada el jueves, y llegaba a perder más del 2% poco después de iniciada la sesión. Sin embargo, poco después comenzaba una pequeña remontada que le permitía recuperar la cota de los 10.000 puntos. Esta mejora fue incrementándose según avanzaba la jornada y a mitad de sesión el Ibex subía por encima del 1,5%. Sin embargo, el optimismo cedía terreno y finalmente el incremento se quedaba en el 0,76%, cerrando en los 10.226 puntos.
La explicación más extendida a todo este movimiento tiene que ver con la difícil situación de la deuda irlandesa. El jueves parecía inevitable que el país celta quebraría y se hablaba, incluso, de que el rescate europeo no cubriría todas las pérdidas y obligaría a realizar quitas en los activos en poder de los inversores privados (algo especialmente peligroso para los bancos). Sin embargo, por la mañana, Bruselas descartaba este extremo y aseguraba que no se emplearía dinero en el rescate de Irlanda.
De esta manera, el índice de referencia del mercado español, el Ibex 35, ganó 77,30 puntos, el 0,76 por ciento, hasta 10.226,80 puntos. En la semana cae el 1,93 por ciento y las pérdidas acumuladas este año bajan al 14,35 por ciento.
En Europa, con el euro a 1,372 dólares, antes del cierre nacional bajaban las principales plazas europeas: París, el 1,1 por ciento; el índice Euro Stoxx 50, el 0,65 por ciento; Londres, el 0,5 por ciento; Milán, el 0,2 por ciento, y Fráncfort, unas centésimas porcentuales.
La sesión
La bolsa abría con pérdidas considerables, superiores al 2 por ciento, que le arrastraban por debajo de los 9.900 puntos debido a la situación del mercado de deuda al considerar los inversores que Irlanda iba a recibir ayuda europea. Por ello, la prima de riesgo de la deuda española subía hasta el máximo histórico de 223 puntos básicos, mientras que su rentabilidad ascendía al 4,65 por ciento.
La falta de concreción del comunicado de la cumbre del G-20, que proponía que los tipos de cambio de las divisas estuvieran más sometidos al mercado, al tiempo que retrasaba para el próximo año un nuevo sistema para equilibrar las balanzas comerciales, no incidía en la bolsa, que iniciaba su recuperación. Las estadísticas económicas conocidas -la inflación adelantada española subía nueve décimas, hasta el 2,3 por ciento en noviembre- no frenaban la reducción de las pérdidas.
Además se publicaban datos de actividad en Europa -el PIB de la zona euro creció el 0,4 por ciento en el tercer trimestre, la misma cantidad que en Francia y Portugal, mientras que en Alemania aumentaba el 0,7 por ciento y en Grecia caía el 1,1 por ciento-. Pese a la caída del 0,9 por ciento de la producción industrial en la zona euro, la bolsa española seguía subiendo, a lo que ayudaba la revalorización del euro, que avanzaba hasta 1,375 dólares, y del petróleo Brent, que se acercaba a 88 dólares.
La bolsa rondaba el nivel de los 10.200 puntos antes de la apertura a la baja de Wall Street, que no impedía que Madrid siguiera avanzando. La mejora en el mercado de deuda a pesar de las informaciones que hablaban de la inminente aprobación de la ayuda a Irlanda, desmentida por sus autoridades y las europeas, y la subida de la confianza de los consumidores estadounidenses acercaron a la bolsa a los 10.300 puntos. Al final de la sesión, el mercado nacional bajaba hasta los niveles de la víspera, pero rebotaba media hora antes del cierre mientras Wall Street cedía el 0,5 por ciento.
Los valores
Excepto Repsol, que bajó el 1,01 por ciento con el petróleo Brent a menos de 88 dólares, y Telefónica, que repitió cotización, el resto de los grandes valores subió: BBVA, el 2,87 por ciento; Banco Santander, el 1,99 por ciento, e Iberdrola, el 0,48 por ciento. Banco Popular lideró las ganancias de las empresas del Ibex 35 con una subida del 5,9 por ciento, pese a ser objeto de un informe desfavorable; Bankinter ganó el 3,78 por ciento; Banco Sabadell, el 3 por ciento. A continuación se situó BBVA y el quinto lugar lo ocupó Banesto con un alza del 2,83 por ciento.
La mayor caída del Ibex 35 correspondió a Indra, el 3,64 por ciento, después de anunciar que su beneficio había caído el 5 por ciento en los nueve primeros meses del año, mientras que ArcelorMittal bajó el 2,83 por ciento; Gamesa, el 2,1 por ciento, y Telecinco, el 2,09 por ciento.
En el mercado continuo destacó la subida del 17,67 por ciento de los derechos del BBVA, seguidos del Banco Guipuzcoano, con un alza del 8,91 por ciento, en tanto que Montebalito lideró las pérdidas al bajar el 7,17 por ciento.
Poco antes del cierre del mercado de deuda la rentabilidad del bono español a diez años bajaba doce centésimas y se situaba en el 4,5 por ciento -el diferencial con la deuda alemana bajaba a 200 puntos básicos-, mientras que el efectivo negociado en bolsa se situó en 6.178 millones, de los que algo más de 2.900 millones los intermediaron inversores institucionales.