Este miércoles ha declarado una guardia civil en la Audiencia Nacional por el atentado que ETA perpetró contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Legutiano y en el que falleció su compañero Juan Manuel Piñuel.
La juez ha tenido que calmar a la agente que se ha derrumbado durante su declaración. Mientras hablaba se sentía culpable de la muerte de su compañero puesto que ese 14 de mayo de 2008 se lo pidió libre. "Me sentía un poco culpable porque yo llegué con Piñuel y con Losada...y esa noche debería, si yo estuviera estado allí en el cuartel, debería haber montado la noche...", indicó en el momento que la magistrado le interrumpió para calmarla ante estas estremecedoras palabras.
La mujer, de baja y en tratamiento psicológico desde entonces, ha explicado que llegó al cuartel al mismo tiempo que el fallecido, dos meses antes del atentado, pero que una noche antes del mismo se marchó a su domicilio.
Aunque en un principio, ha proseguido visiblemente emocionada, "no tenía ningún tipo de problema" y se encontraba "fuerte" cuando ocurrieron los hechos, "al cabo de tres o cuatro meses" empezó a sufrir problemas médicos que han requerido de hasta cuatro operaciones, así como psicológicos, por los que se le ha concedido la baja y se le ha retirado la licencia de armas.
El 14 de mayo de 2008 ETA hizo estallar una furgoneta bomba frente a la Casa Cuartel de Legutiano. El atentado provocó la muerte del sargento de la Guardia Civil Juan Manuel Piñuel y causó varios heridos. Dos años y seis meses después, este martes ha comenzado a celebrarse en la Audiencia Nacional el juicio por estos hechos.
En la Sala, presidida por la magistrada Ángela Murillo, se encontraban sentados en el banquillo de los acusados los miembros del grupo 'Askatun Haizea' de ETA Arkaitz Goikoetxea Basabe, Aitor Cotano Sinde e Íñigo Gutiérrez Carrillo, defendidos por la abogada proetarra Jone Goirizelaia.