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SEGÚN MASTERCARD

La crisis dispara el uso de tarjetas de pago aplazado un 35%

La crisis ha disparado en un 35% el uso de tarjetas de pago aplazado con intereses en 2010 respecto al año anterior, que apunta a que esta tendencia al alza se acentuará en similar proporción o superior durante el próximo ejercicio ante la persistencia de las dificultades económicas.

Algo más de uno de cada cinco usuarios de tarjetas de crédito ha declarado que en algún momento de 2010 ha optado por esta modalidad de pago, conocida como revolving, que permite elegir la cuota mensual a pagar del importe total de la compra. El uso de tarjetas de pago aplazado registra una significativa tendencia alcista desde 2008, cuando el 12,4% de los poseedores de tarjeta de crédito optó por esta modalidad de pago, porcentaje que se elevó al 16,4% en 2009 y alcanzó el 22,1% en 2010.

El estudio atribuye este comportamiento a la intención de los usuarios de mantener su nivel de vida pese a las dificultades económicas y financiar de esta forma adquisiciones que anteriormente hubieran realizado al contado.

El perfil del titular de tarjeta revolving responde principalmente a una mujer de entre 18 y 30 años con ingresos familiares de hasta 1.200 euros al mes y residente en una población de más de 500.000 habitantes, y entre las regiones más destacadas figuran Canarias, Cataluña y Baleares. El uso de la tarjeta revolving no está ligado a los intereses que se cobran por la misma, sino al pago flexible y cómodo que permite esta modalidad, ya que posibilita ajustar el coste de la compra a los ingresos del usuario.

Más débito y menos crédito

La tendencia al alza del uso de tarjetas revolving coincide con el aumento del 4,8% del uso de tarjetas de débito para realizar compras en comercios en 2010 en relación al año anterior, lo que tiene una incidencia directa en el descenso del 3,9% del uso de las tarjetas de créditoen el mismo periodo.

Para los responsables del informe de Mastercard, esta radiografía del uso de tarjetas en España pone de manifiesto tanto la "autorregulación" por parte del usuario respecto al crédito ante una coyuntura económica adversa, como las mayores exigencias de las entidades a la hora de concederlo a raíz del aumento de la morosidad. Así, el gasto mensual medio con tarjeta de crédito se estableció en 236 euros en 2010, frente a los 245 euros de un año antes, lo que arroja un recorte del 5,2%, según se desprende del informe realizado sobre una muestra de 12.000 entrevistas personales.

En España, el 78,5% de los usuarios que cuentan con tarjetas de débito y crédito emplean principalmente la de débito, frente al 21,5% que usa preferentemente la de crédito. Siete de cada diez personas tienen al menos una tarjeta de crédito o débito en España.

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