En el Sevilla no ganan para disgustos. A la mala situación deportiva –llevan cuatro derrotas consecutivas- se suma un convulso ambiente extradeportivo. La última ha sido la multa de 30.000 euros a Romaric y a Zokora por salir en la víspera de un partido.
Según relata el diario Marca, la noche del 29 de octubre, el Sevilla se encontraba en un hotel de la Ciudad Condal, ya que al día siguiente se iba a medir al Barcelona. Gregorio Manzano, técnico sevillista, manda a sus futbolistas a una hora prudente a sus habitaciones.
El día posterior, el entrenador jiennense, que no se fía de sus jugadores, visiona las cintas de seguridad del hotel. Para su asombro, cerca de la medianoche, puede observar a Zokora y Romaric, dos mediocentros del equipo, abandonar el edificio y regresar horas más tarde. El enfado, obviamente, del técnico es monumental, aunque no cambia de planes y les hace jugar en el Camp Nou. El resultado es de 5-0.
Lógicamente, esto llega a oídos de Del Nido, el presidente del Sevilla, que cita a los agentes de ambos futbolistas en el regreso a casa. La bronca del mandatario, cuentan, es monumental. El asunto se zanja con una multa de 30.000 euros a cada uno, pero sin consecuencias deportivos, ya que ambos siguen apareciendo en las alineaciones de Manzano.