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La prensa de un vistazo

Carlos Dávila y el odio de la izquierda mediática y la banda de la porra de 'La Razón'

La salvajada contra el concejal de Murcia es la vergonzante noticia que ocupa hoy a los periódicos. Unos acusan y otros se ponen a la defensiva.

La semana pasada los periódicos de izquierda culparon a Sarah Palin de la matanza de Arizona. Tras la paliza que le han dado al concejal de Murcia, surgen hoy en la prensa inevitables comparaciones por el tratamiento dado a aquella noticia.

En El Mundo, Pedro J. carga contra el PP por la "escalada de acusaciones contra el Gobierno y el PSOE" y lo compara con las acusaciones al Tea Party tras la mantaza de Arizona. Pide al PP que espera a que Rubalcaba detenga a los culpables para ver quiénes son y "entonces será el momento de exigir responsabilidades".

También ABC opta por la prudencia. "Mientras la policía determina la responsabilidad de este siniestro episodio, la prudencia obliga a serenar los ánimos para evitar que la opinión publica perciba nuevas señales del deterioro que sufre un estamento político obligado a generar confianza y a mantenerse al margen de la gresca". ¿Los políticos al margen de la gresca? Pero qué idílico es este ABC.

Dice Juan Manuel de Prada que le ha "flipado" el "aquelarre" que la prensa de izquierdas ha montado con la matanza de Arizona y el Tea Party, que "desborda la copa de la verosimilitud para derramarse por los lodazales del delirio rocambolesco". Y como mientras escribía el artículo le zurraban al de Murcia con un puño americano, dice que "la prensa izquierdista no debería vacilar al atribuir la agresión a un secuaz murciano de Sarah Palin".

José María Carrascal también está indignado. "¿Se imaginan ustedes la que se hubiera armado si el consejero agredido fuera el de una comunidad gobernada por el PSOE? ¿Se imaginan los titulares de la prensa progresista". Y no se corta en atizar fuerte. "La izquierda, desde que se arrogó la superioridad moral de su ideario sobre todo lo demás, se cree por encima del bien y del mal" y "convierte la violencia de sus seguidores en arrebatos esporádicos frente a la opresión secular de las fuerzas conservadoras o en respuestas a las provocaciones de la mimas".

Sin embargo, el editorial más duro lo encontramos en La Razón. Sin matices ni complejos. "No se trata de un episodio de delincuencia común, sino de matonismo político puro y duro que lleva el sello de la izquierda radical". Toma. Acusa a dirigentes sindicales de "envalentonar a la ultraizquierda borroka y chulesca" y al delegado del Gobierno en Murcia de desoír "deliberadamente las advertencias y peticiones de más seguridad". Y continúa. "Resulta preocupante el aumento del matonismo de izquierdas (...) Ya no se contentan estos comisarios ideológicos de puño americano fácil con haber impuesto su ley en las universidades, donde tras acogotar a unos rectores pulsilánimes deciden quién puede y quién no puede pronunciar una conferencia".

Y más leña en La opinión de Cefas. "Al final, la banda de la porra se ha sacado la máscara y se ha puesto un puño americano" pero "este odio no es un caso aislado. (...) Es un acoso habitual con insultos y pintadas. Es una izquierda que no respeta la voluntad de las urnas" y la agresión "es un síntoma inquietante de la tensión que se vivirá hasta las elecciones generales".

En la misma línea, Carlos Dávila dice en La Gaceta que "el discurso del odio que está promoviendo la izquierda zapaterista y mediática del país está en el origen de atentados como el de Murcia". Y en el editorial se indigna por la reacción del PSOE. "Ahora resulta que quien enciende la mecha es el PP y por elevación la derecha, una artera acusación que las terminales mediáticas del Gobierno hacen extensible a medios de comunicación críticos como Intereconomía".

¿Y que dicen por el otro lado? El País, que se tiró a la yugular de Sarah Palin tras la matanza de Arizona, está mucho más prudente y tranquilo en esta ocasión, dónde va a parar. Ahora resulta que "el PP culpa al PSOE de la agresión aún sin aclarar al consejero murciano". Como son estos del PP, ¿verdad? Incluso se sorprenden porque el presidente murciano estaba "con un estado de ánimo desconocido hasta ahora". "Parecía como si el agredido fuera su hijo", dice el periódico que dijo alguien. Hay que ver, este Valcarcel, mira que dejarse impresionar porque apaleen a un consejero suyo hasta casi dejarle ciego sin ser su hijo. Qué blandengue.

Público es genial, como siempre. Es el PP el que "echa leña al fuego", que no nos enteramos. "El PSOE tacha de rastrero al PP por acusarlo de la violencia en Murcia". Este periódico, que también acusó a Palin, dice que en el caso de Murcia los únicos culpables son los agresores.

A Casandra se le ve el plumero. "El día de la matanza de Arizona, un conspicuo periodista se apresuró a exonerar toda responsabilidad al icono del Tea Party Sarah Palin, porque la culpa, según él, es de una sociedad que exhibe con orgullo sus armas. Pero ¿no es precisamente Palin una de las más fervientes adalides de ese tipo de sociedad? ¿no ha aparecido posando con rifles?". Oye, pues parece que en este caso hay más culpables además del agresor.

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