Ricardo Izecson dos Santos Kaká vuelve por sus fueros. O al menos eso parece. En su tercer partido como titular con el Real Madrid esta temporada, el brasileño ha sido decisivo en la victoria ante la Real Sociedad (4-1). Marcó el primer gol de la tarde (m.8), aprovechándose de un fallo de Elustondo en el rechace y batiendo a Claudio Bravo con un disparo ajustado a la base del poste, participó después en la jugada del segundo, obra de Cristiano Ronaldo (m.20), y pudo haber ampliado su cuenta, ya en la segunda mitad (m.52), al enviar un balón al larguero. Ha sido uno de sus mejores partidos –si no el mejor– con la camiseta madridista desde que fichó por el club en verano de 2009.
Mucho se había especulado, meses atrás, con la posibilidad de que Kaká se convirtiera en el mejor fichaje del Real Madrid este invierno, antes de que el club lograra hacerse con los servicios del togolés Emmanuel Adebayor, el nueve que reclamaba José Mourinho ante la larga ausencia por lesión del argentino Gonzalo Higuaín.
Después de ser intervenido de una grave lesión en la rodilla izquierda que le tuvo sin jugar con la camiseta blanca durante casi nueve meses –su último partido había sido la pasada temporada contra el Zaragoza en La Romareda (1-2), el 24 de abril de 2010–, el brasileño reaparecía con el Real Madrid el pasado 4 de enero, durante el partido de Liga contra el Getafe (2-3). Entró al campo en el minuto 75, en sustitución de Karim Benzema, aunque apenas pudo dejar detalles de su calidad sobre el césped del Coliseum Alfonso Pérez.
El brasileño, que ya lleva dos tantos esta temporada –el primero lo marcó en la victoria (4-2) frente al Villarreal el pasado 9 de enero–, ha participado en siete de los nueve partidos que ha disputado el Real Madrid desde entonces, siendo titular en tres de ellos –Almería, Mallorca y Real Sociedad–. En los únicos dos encuentros que no ha jugado minuto alguno ha sido en los de la eliminatoria de semifinales de la Copa del Rey contra el Sevilla, ni en la ida (0-1) ni en la vuelta (2-0).
En definitiva, Kaká ha jugado 243 minutos en siete partidos repartidos de la siguiente manera: 21 contra el Villarreal –entró por Albiol–, 34 contra el Atlético en la ida de cuartos de final de la Copa del Rey –sustituyó a Benzema–, 53 frente al Almería –fue sustituido por Benzema–, 15 contra el Atlético en la vuelta de cuartos –entró por Mesut Özil–, 45 frente al Mallorca –jugó toda la primera parte y en el descanso Mourinho le quitó por Özil–, 25 contra el Osasuna en el Reyno de Navarra –entró por Albiol– y una hora justa contra la Real Sociedad –sustituido por Di María–.
Kaká, que junto a su mujer Caroline Celico rompió sus relaciones con la iglesia Renacer de Cristo de Sao Paulo a principios de diciembre, se va erigiendo poco a poco como uno de los hombres fundamentales en los esquemas de Mourinho. El pasado 9 de enero marcó su primer gol temporada con la camiseta madridista, en la victoria contra el Villarreal en el Santiago Bernabéu (4-2), y este domingo, un mes después, el brasileño ha vuelto a mojar.
El centrocampista brasileño vuelve a dejar destellos de aquel jugador que deslumbraba con el Milan en 2007, cuando ganó el Balón de Oro y del FIFA World Player en 2007. Y el madridismo lo agradece: vuelve a confiar en la resurrección de un jugador al que ya muchos daban por muerto.