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EL GOBIERNO no se aclara

El número dos de Salgado cree que las familias españolas son "ricas"

Pese a la subida de las hipotecas, el paro y la creciente inflación, Campa anima a los españoles a consumir más y ahorrar menos

El Gobierno no termina de aclararse. Desde el viernes, el Ejecutivo ha defendido varias pintorescas medidas de ahorro como el mejor medio para salir de la crisis. Ahora, el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, pide más consumo para relanzar el PIB. Entre medias, los españoles asisten atónitos al espectáculo.

El número dos de Elena Salgado se mostraba este martes entusiasmado con el nivel de riqueza que, a su juicio, tienen las familias españolas. A pesar de la gravísima crisis por la que atraviesa el país, que ha situado los niveles de paro en el 20% de la población activa, para Campa las familias son "ricas" por su abultado patrimonio. "Tienen deuda, pero en términos de riqueza neta tienen mucho patrimonio", insistió en la clausura de la presentación de un estudio sobre el ahorro en España, presentado por la Fundación de Estudios Financieros, informa Efe.

Además, el secretario de Estado sorprendió con un relato diferente al que en los últimos días han ofrecido sus compañeros de gabinete. Así, Campa hizo suya la teoría keynesiana más pura para defender que la tasa de ahorro de las familias es demasiado alta ("espectacular", la calificó). En estos momentos, esta ratio está próxima al 18% de la renta disponible.

En opinión de Campa, los españoles han ahorrado "muchísimo, muchísimo", lo que habría provocado un descenso del PIB. Para remediarlo, Campa defendió que un descenso en el ahorro de un par de puntos porcentuales haría que la economía española avanzara uno. Sin embargo, este mensaje parece entrar en colisión con las propuestas improvisadas por Rubalcaba para reducir el consumo de carburante.

Pide más consumo y menos ahorro

Para el secretario de Estado de Economía, ahorrar en estos tiempos de crisis es "un arma de doble filo" porque implica recortar una parte de lo que se destina a consumo. Según dijo, si se tiene en cuenta que en nuestro país el consumo de las familias aporta la mitad del PIB, reducir el ahorro en dos puntos –como en Alemania, dijo-, contribuiría directamente al avance económico.

Sin embargo, Campa se olvida de que para que una economía crezca de forma sólida es necesaria una acumulación de capital que permita invertir en mejorar la eficiencia de las empresas ya existentes o en crear nuevas empresas. Como explica Juan Ramón Rallo en la columna asociada a esta noticia, la mejor manera de salir de la crisis de forma consistente está precisamente en ahorrar (y no reduciendo la velocidad o apagando las luces) que es la otra cara de la moneda de la inversión.

De hecho, desde que comenzó la recesión, gobiernos como el español o el norteamericano han dilapidado ingentes cantidades de recursos, en un intento baldío por estimular el consumo. Quizás han conseguido moderar algo el desplome del PIB, a costa de hacer más difícil la recuperación y llevar al límite a las cuentas públicas. Mientras, sus ciudadanos, que también se endeudaron mucho durante la etapa de expansión, vieron claro que era necesario comenzar a ahorrar, como paso previo para consolidar las cuentas de los agentes económicos (familia, empresas,...). Un mayor ahorro permitiría también cambiar ese modelo productivo del que tanto habla el Gobierno, pasando de los sectores artificialmente sostenidos (como la construcción) a los nuevos (aquellos en los que los empresarios españoles vean una alternativa de negocio rentable).

En Alemania, el Gobierno de Angela Merkel optó por una política de contención del gasto que ha conseguido contener el desplome de la economía hasta el punto de haberse convertido en la primera, entre las grandes potencias mundiales, en crecer tras la recesión.

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