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Daniel Ortín

La (in)justicia con Contador

Al final, se ha dado la peor opción de todas, la que le sanciona con dos años. Pierde todo lo obtenido desde que diera positivo por 50 picogramos de clembuterol en el 21 de julio de 2010, durante el tercer Tour de Francia que conquistó

Hoy mismo se ha conocido la decisión del TAS. Algo se tenía que oler Alberto Contador, cuando estando concentrado con su equipo para participar en la Challenge de Mallorca, ayer regresó a su casa, en Pinto, para recibir la noticia entre los suyos. Pintaba mal, y aunque todo apuntaba a una sanción de un año, al final han sido dos.

Tras el juicio celebrado el pasado noviembre, cabían tres posibilidades. Una, la absolución, que permitiría al ciclista seguir con su carrera profesional, y obligaría a la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) a cambiar la norma con respecto al clembuterol. La segunda opción, la que parecía más viable, era una sanción de un año. De esta forma, perdería el Tour 2010, pero no el Giro, ya que habría sido sancionado desde que dio positivo hasta que volvió a correr el año pasado en el Algarve (6 meses), y ahora estaría sancionado otros 6 meses (del 1 de enero al 1 de junio), con lo que podría correr Tour y Juegos Olimpicos, además de no perder el Giro de 2011.

Pero al final, ha sido la tercera opción, la peor de todas, la que le sanciona con dos años. Pierde todo lo obtenido desde que diera positivo por 50 picogramos de clembuterol en 21 de julio de 2010, durante el tercer Tour de Francia que conquistó. Con esta sanción de dos años, efectiva desde el 5 de agosto de 2010 (día en el que se notificó el positivo, no el del control) al 5 de agosto de 2011, pierde todo lo ganado desde entonces. Hablamos, claro, del Tour de Francia de 2010. Pero a esto hay que sumar el Giro de Italia 2011 más dos etapas; la Volta a Catalunya y una etapa; la Vuelta a Murcia y dos etapas; el subcampeonato de España en ruta (todo en el 2011); y las dos etapas de comienzo de 2012 del Tour de San Luis. Además, en esta sanción está implícito que tendrá que pagar como multa el 70 por ciento de su sueldo, es decir, casi 3 millones de euros, como sanción económica. Mucho dinero, que habría que sumar a los costes que ha implicado los diversos juicios. Además, con estos dos años de sanción, Contador no podrá volver a correr hasta el 5 de agosto de 2012. Es decir, adiós al Giro, al Tour, e incluso a los Juegos Olímpicos (la prueba en ruta no la podrá disputar por 7 días). Llegará, eso sí, para correr la Vuelta a España.

Ahora bien, si repasamos los porqués, parece que ninguna parte lleva razón. Alberto Contador dijo desde el primer momento que los restos de clembuterol encontrados en su cuerpo se debían a una contaminación alimentaria. Nunca pudo demostrarlo. No había cómo.

Y la AMA y la UCI, que buscaban la sanción para el pinteño, consigue su propósito. Sin embargo, hay dudas que con el tiempo se resolverán. ¿Por qué sancionan a un deportista si no se puede demostrar que fue dopaje? ¿Y por qué dos años? ¿Qué pretenden? Si el TAS admite la versión de Contador de la carne contaminada (a lo Mourinho), ¿por qué? Hablamos entonces de una sanción por dar positivo, pero sin ser claramente un asunto de dopaje. Positivo ha dado, sí. Pero la teoría de que fuera por una contaminación, ahora (y siempre lo ha sido) es probable.

¿Se buscaba una cabeza de turco? ¿Se quería contentar a la AMA y a la UCI? El ciclismo acaba de sufrir un duro golpe. Habrá quien se alegre. Los aficionados a este deporte, no. Y los propios ciclistas menos. 565 días después, Contador ha conocido su sanción. Mucho tiempo para no dejar claro por qué se corta la carrera de un ciclista.

El Sr. Ortín es comentarista de Ciclismo en esRadio y autor del blog Chupando Rueda.

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