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Canarias

Marruecos pretende apropiarse de aguas de Canarias mientras España se distrae con la investidura

El parlamento alauí está tramitando una ley que rompería el status quo actual. El acceso a valiosos metales es unas de las causas principales.

El parlamento alauí está tramitando una ley que rompería el status quo actual. El acceso a valiosos metales es unas de las causas principales.
Vista por satélite de Canarias y la costa marroquí.

La frágil situación política y económica de Marruecos no frena sus ansias expansivas. El nuevo reto que se ha marcado la clase política del país es la demarcación de sus límites marítimos, algo que está realizando de manera unilateral, sin negociar ni contar con los países reconocidos o territorios en proceso de descolonización con los que podrían tener algún tipo de disputa. Uno de los grandes perjudicados sería España, que perdería una parte de las aguas que le pertenecen a la actualidad.

Hace unos días la comisión de Exteriores de la Cámara de Representantes marroquí aprobó dos leyes al respecto. Una, sobre aguas territoriales. La otra, sobre la zona económica exclusiva, que afecta a las Islas Canarias, el Sahara Occidental y Mauritania. Ése era el primer paso para que ambas leyes salieran adelante. El siguiente es su aprobación en el pleno, y después, en la Cámara de Consejeros, una especie de Cámara Alta legislativa.

La previsión inicial era que el pleno de la Cámara de Representantes lo aprobara durante esta misma semana, pero el atasco legislativo lo ha impedido. Aún así las autoridades marroquíes aclararon rápidamente que esa votación no se ha retrasado porque tengan intención de negociar cosa alguna con los países que se pueden ver afectados por sus nuevas leyes. Dice que cualquier posible negociación se hará una vez se hayan aprobado sus nuevos límites marítimos.

La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982 estableció que todo país es soberano sobre las doce primeras millas (22,22 kilómetros) de mar y suelo submarino que hay desde sus costas. Y puede añadir otras 12 millas de "zona contigua" para prevenir infracciones de sus leyes fiscales, migratorias, sanitarias o aduaneras. Además, puede extender hasta las 200 millas (370 kilómetros) de sus costas la denominada zona económica exclusiva.

El Derecho del Mar y la OPA a Canarias

Pero en el caso de que la distancia entre dos o más países no sea tan amplia como para respetarse estas cifras, el acuerdo dice que deben negociar entre los implicados para que delimiten las aguas de cada uno. Por norma general, se establece una mediana que separa de manera ecuánime la parte que corresponde a cada país. Esta decisión puede ratificarse por tratado o mantenerse de forma informal a modo de status quo habitual. Si hay mala relación puede plantearse ante un tribunal internacional.

En la franja costera atlántica, la separación entre España y Marruecos es de unos 100 kilómetros. Es la distancia que hay entre el extremo más oriental de la isla de Lanzarote (Canarias) y la localidad saharaui ocupada de Tarfaya. España y Marruecos nunca han firmado un acuerdo de delimitación de aguas territoriales, pero el status quo se basaba en una mediada que delimita la zona dejando unos 50 kilómetros a cada lado. España siempre lo ha respetado. Marruecos, no siempre lo ha hecho.

La ley que está en trámites de aprobación en el reino alauí se apropia de buena parte de las aguas que corresponden actualmente a las Islas Canarias, llegando incluso a considerar que algunas de las islas del archipiélago se encuentran dentro de su zona económica exclusiva. Algo que choca de forma directa con los intereses económicos de España y que pone en entredicho la propia integridad territorial de la nación española.

Algunos de los miembros del Gobierno marroquí no han dudado en reconocerlo en algunas de las declaraciones públicas hechas en los últimos días. El ministro de Exteriores, Nasser Bourita, dijo este jueves que el reino alauí está en su "derecho soberano" de delimitar sus aguas, aunque reconoció que puede haber habido "solapamientos" como en el caso de Canarias y que "está abierto al diálogo, especialmente con España".

"Marruecos no impone una política de hechos consumados, y no está cerrado al diálogo con España ni con Mauritania para resolver cualquier problema a través del consenso", añadió posteriormente. Ni rastro, obviamente, de un gesto para negociar algo similar con unas autoridades saharauis que no reconocen desde que ocuparon ilegalmente el territorio en el año 1975. La ONU considera que el Sahara Occidental es todavía un territorio en proceso de descolonización.

La guerra por el monte Tropic

La mencionada convención de la ONU sobre el mar también permite en uno de sus últimos puntos la posibilidad de solicitar a la propia organización supranacional una ampliación de la plataforma continental del país para extender el control del mar y el subsuelo marino hasta las 350 millas (unos 650 kilómetros). Es aquí donde gana aún más sentido la nueva delimitación marítima de marroquí, ya que les deja a las puertas del monte submarino Tropic, objetivo de deseo de numerosos países.

El monte Tropic es un antiguo volcán de casi 3.000 metros de altitud que se encuentra sumergido (a más de 4.000 metros) a unas 50 millas de la zona económica exclusiva española en la zona occidental de las Islas Canarias. Nunca había tenido importancia alguna hasta que una expedición británica con colaboración española descubrió en 2016 que estaba recubierto de unas costras compuestas de telurio y cobalto, dos de los metales más preciados para la fabricación tecnológica.

Ambos minerales son considerados como "materias primas estratégicas" de cara al futuro por la Unión Europea. Los estudios realizados dicen que ahí estaría el 10 por ciento de las reservas mundiales conocidas de telurio, que es vital para la fabricación de placas solares. También habría cobalto para fabricar hasta 275 millones de vehículos eléctricos, 54 veces el actual parque móvil de vehículos gasolina y diesel del planeta.

España solicitó hace cinco años a la ONU la autorización para ampliar la plataforma continental canaria hasta las 350 millas, lo que dejaría el control de Tropic y otros volcanes menores bajo control exclusivo del Gobierno nacional. Presentó informes científicos que avalaban que esa zona no pertenece al continente africano, sino que es una prolongación natural sumergido del archipiélago canario.

Poco después de la petición española llegó la de Marruecos, pidiendo extender su plataforma continental hasta las 350 millas para poder controlar Tropic y el resto de volcanes menores, algo que cree que le facilitará los nuevos límites marítimos que quiere aprobar. De hecho, el reino alauí compró para la Marina Real un buque oceanográfico (804 Dar Al Beida) que lleva trabajando en la zona de Tropic desde 2018.

La ONU no ha resulto las peticiones hasta ahora, y puede tardar en hacerlo, debido al interés que por controlar o tener acceso a estos recursos tienen también otros países como Alemania, Francia, Rusia, Corea del Sur, China e India, que están mandando sus propias expediciones a la zona para conocer de primera mano los recursos minerales que hay en la zona.

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