La Fiscalía Provincial de Santa Cruz de Tenerife pide una pena de 24 años y medio de cárcel para un hombre por abusar sexualmente de dos de sus nietas y una tercera menor, hija de la pareja de una de sus hijas.
El sumario, recogido por Europa Press, señala que los hechos se iniciaron cuando uno de los hijos del acusado se separa de su pareja y vuelve a residir en la finca familiar en el municipio de Candelaria. El procesado aprovechaba los momentos a solas con la menor para perpetrar los hechos, cuando su hijo y su esposa estaban en el trabajo, o durante los fines de semana que se quedaba al cargo de la niña. Tras los abusos obligaba a la menor a lavarse para borrar cualquier indicio que pudiera alertar a terceros.
Para evitar que la víctima confesara los hechos, le decía que no dijera nada porque podría meterle en un "problema muy grande", hasta el punto de que le ofrecía dinero o regalos para garantizar su silencio.
Los abusos con esta nieta cesaron cuando su hijo mayor también empezó a residir en la vivienda tras romper su relación sentimental. Fue entonces cuando "repitió la misma mecánica" con su otra nieta, señala la Fiscalía.
Al igual que con la primera nieta le decía que "no podía contar nada porque era un secreto" y le ofrecía un teléfono móvil o dinero cuando la menor se negaba hasta que lograba imponerse "dada la figura de autoridad y respeto" que representaba.
Una vez pararon los abusos, las dos nietas se confesaron entre ellas haber sido víctimas de los actos de su abuelo, aunque no se atrevieron a contarlo a sus padres o a terceros "por el temor a las consecuencias que ello pudiera tener para la paz familiar y para la salud y estabilidad tanto de sus padres como de sus abuelos paternos", indica la Fiscalía.
No obstante, ante el inminente nacimiento de la hermana de una de las víctimas, fruto de la nueva relación sentimental de su hijo, la menor comunicó los hechos a su padre, que interpuso una denuncia ante la Guardia Civil.
Fue en ese momento, cuando la hija de la pareja de la hija del procesado también confesó a su padre haber sufrido abusos durante los fines de semana que pasaba en la casa familiar.
La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de tres delitos de abuso sexual a menores de 13 y 16 años y pide también que se prohíba la comunicación y aproximación a las víctimas a menos de 500 metros y durante diez años, otros 16 años de libertad vigilada y el abono de una indemnización de 30.000 euros para cada una de sus nietas.
El juicio se celebra el próximo miércoles, a las 10.00 horas, en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife.