El pasado jueves, el centro de Las Vegas acogió una nueva edición de los premios Grammy Latinos, galardones que una vez más han conseguido reunir a los artistas hispanoamericanos más importantes del panorama musical actual.
Como suele ocurrir en este tipo de actos, siempre hay un grupo o solista que se alza como el gran vencedor de la noche y en esta ocasión los Grammy Latinos tuvieron un nombre propio: Jesse & Joy, el dúo mexicano que consiguió llevarse cuatro de los cinco premios a los que optaba.
El pleno se lo arruinó Juanes, quien les arrebató el galardón a Mejor Álbum por su disco Juanes Unplugged. "Mil gracias a Dios por permitirme encontrar el amor a través de la música, a Juan Luis Guerra, a la gente de MTV, a todos los fans", señaló el cantante colombiano, quien previamente en la ceremonia había obtenido el galardón a "Mejor video versión larga" convirtiéndose así en el artista latino con más Grammy en su poder, con nada más y nada menos que 20 estatuillas entre los Grammy Latinos y los Grammy anglosajones.
Pero entre triunfo y triunfo del cantante colombiano también hubo un hueco para los artistas españoles, que con David Bisbal a la cabeza, se convirtieron en una parte fundamental de la gala.
Bisbal se hizo con el galardón a "Mejor álbum vocal pop tradicional" gracias a su disco acústico Una noche en el Teatro Real. Con este premio, el ex triunfito ya puede presumir de tener dos Grammy Latinos en su haber gracias al anterior que obtuvo en 2003 por Corazón Latino, trabajo reconocido como "Mejor álbum de un artista novel".
Además, Paco de Lucía también fue otro de los nombres españoles triunfadores de la noche al hacerse con su segundo Grammy por En vivo conciertos España 2010, que fue reconocido como "Mejor disco de flamenco" del año.
Otra de las partes fundamentales de la ceremonia estuvo constituida por las actuaciones, momento en el que los artistas españoles volvieron a convertirse en protagonistas gracias a los shows de Sergio Dalma, Alejandro Sanz, Shaila Dúrcal y David Bisbal.