La afición de Silvio Berlusconi por los placeres de la vida es de sobra conocida, y todavía admirada, en su país natal. Sus fiestas repletas de jovencísimas mujeres en Villa Certosa (en venta), las numerosas acusaciones por relacionarse con menores, con el caso Ruby todavía coleando, no parecen haber mermado su determinación política, como se deduce de sus recientes amenazas de volver a presentarse a un nuevo mandato.
Se materialice o no, Berlusconi ya ha conseguido alterar el mapa político italiano. Todo ello pese a la sentencia de un año de prisión y cinco años de prohibición de ocupar cargos públicos por fraude fiscal en Mediaset, una sentencia de momento congelada en espera de la vista de apelación.
Tal y como publica ABC, su última adquisición, mitad lavado de imagen y mitad énfasis en sus características más inconfundibles, es la joven Francesca Pascale, una exuberante mujer de 27 años -48 menos que el exprimer ministro, que suma 76 primaveras- con quien mantiene una relación desde hace varios meses.
Berlusconi se defiende: de sus fiestas y orgías en su isla asegura que fue "víctima de un engaño" porque se sentía "solo" tras su anterior divorcio. Y del caso Ruby, en el que se le acusa de mantener relaciones con una bailarina de 17 años, todavía está pendiente de veredicto. Mientras, Berlusconi despeja balones tachándolo de "operación de difamación". En una reciente entrevista en Mediaset, de su propiedad, habló también de Pascale, con quien -asegura- se siente feliz.
Nacida en Nápoles, Pascale es ya conocida en Italia como la "novia" de Berlusconi. Semejante paso, de conquista a pareja estable, viene de las palabras de Daniela Santanché, una de las personas más próximas al exprimer ministro, que la califica de "ragazza" o chica de Berlusconi. El propio Cavaliere lo confirmó en la citada entrevista, asegurando que se casará con ella.
El ascenso de Pascale ha sido fulminante. Atrás quedan sus orígenes en un espectáculo de la televisión local napolitana, en la mejor tradición de la televisión berlusconiana. De su presencia en unas manifestaciones de apoyo al Cavaliere en 2007 pasó a ser cortejada a su manera, con regalos y coches, y con una candidatura política en Nápoles por el Pueblo de la Libertad. Después, y tras abandonar la política, fue escogida personalmente por Berlusconi como su próxima pareja. Clases de dicción, educación, los inevitables retoques estéticos... El tesón de Pascale para resultar la favorita de Berlusconi ha dado resultado.