Don Juan Carlos reapareció en público fuera de la Zarzuela tras su operación de cadera del pasado 21 de noviembre, acompañado de la Reina y los príncipes de Asturias, para presidir en el Palacio Real la Pascua Militar. Una ceremonia que ha cumplido el protocolo abreviado que se estrenó hace un año y durante la cual el Rey prescindió de una de sus muletas para seguir la parada militar, destacando sobre todo lo errático y titubeante de su discurso.
Pero además de las dificultades del Rey y de las excusas de Casa del Rey, que atribuyó a fallos en la iluminación los olvidos de don Juan Carlos, hay otro detalle de la ceremonia que se ha pasado por alto.
Ocurrió una vez dentro del Salón del Trono y a la hora de sentarse en los sillones dispuestos para la ocasión. En ese momento, justo cuando Letizia Ortiz decidió situarse en el suyo, tuvo un leve "resbalón" que la propia princesa logró disimular casi en el acto.
No obstante, y pese a lo anecdótico del despiste, puede apreciarse cómo Letizia hace un ademán casi involuntario de agarrarse al príncipe para frenar su caída de la silla. Un leve susto en el que casi nadie ha reparado, pero que podría haber terminado con la princesa en el suelo.
Por otro lado, también llama la atención el look sin barba y con el uniforme de teniente coronel del ejército del aire del príncipe de Asturias, que tuvo que presenciar la titubeante alocución de su padre ante las cámaras y el resto de la representación oficial.
Un acto oficial en el que el Rey y el ministro de Defensa, Pedro Morenés, reconocieron el "enorme esfuerzo" asumido por las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil para garantizar la seguridad nacional pese a las restricciones presupuestarias y han valorado su comportamiento "ejemplar" en defensa del conjunto de los españoles.
El vestido de Letizia Ortiz
La princesa de Asturias repitió el vestido azul marino de Felipe Varela que lució en la Pascua Militar de 2012. Ese año fue criticada porque ya lo había llevado para una recepción en el Palacio Real. Este traje de Felipe Varela es un vestido largo de terciopelo en color azul marino que combinó con un fajín y una chaqueta a juego un poco más claro.
Como cada año, todos los focos estaban centrados en Doña Letizia Ortiz y en el traje que va a lucir. En el 2012 -que lució el mismo modelo que este año- la princesa de Asturias llevó el vestido que ya había escogido el año anterior en una recepción en el Palacio Real. El año anterior fue criticada por su chal, porque no gustó y por repetir el modelo que ya había usado para una boda. Con el espectacular vestido rojo deslumbró en el 2010, pero lo consideraron algo inapropiado para la ocasión. Sin embargo, en el 2008 llamó la atención porque su vestido le hacía demasiado mayor.