La espectacular Villa Melodie, de Raymond Nakachian, saldrá a subasta en las próximas semanas, según publica El Mundo. El empresario libanés, que falleció de cáncer la madrugada del pasado lunes, estaba completamente arruinado, hasta tal punto que los abogados pararon su desahucio para que muriera en su casa de la Costa del Sol.
"Solo conservaba la casa y un Rolls Royce del año 89 de color crema", comenta un íntimo amigo. El magnate se mudó a Villa Melodie en los años 80 con su segunda mujer, Kimera. Se hizo millonario gracias a sus contactos con Asia, Europa y el mundo árabe y la familia se hizo conocida a raíz del secuestro de su hija Melodie en 1987, durante 11 días, a cambio de 13 millones de dólares.
El espectacular terreno de 10 hectáreas está descuidado por todos los problemas económicos por los que pasaba la familia. Todo comenzó cuando en el invierno de 2007 detuvieron a Nakachian en Marruecos por un problema en Arabia Saudí. Como explicó el empresario en su día a LOC: "Sin ninguna prueba más que el falso testimonio de un chófer que tuve y que me reclamaba 10 millones de dólares, me llevaron a una cárcel medieval".
En esa época gastó mucho dinero en abogados y en sobornos a los demás presos para asegurarse una buena vida dentro. Estuvo 100 días en prisión y en ese tiempo se gastó más de un millón y medio de euros. Kimera, su segunda esposa, tuvo que hipotecar su casa malagueña. A esto se le sumó una crisis económica y el fracaso de un importante negocio, lo que hizo que acabara en la quiebra.