Philip Seymour Hoffman rechazó incluir en su testamento un fondo para sus tres hijos, de 10, 7 y 5 años. Según documentos judiciales citados por The New York Post, el actor, fallecido en febrero por una sobredosis, no aceptó la sugerencia de su contable porque no quería que sus hijos crecieran como "niños mimados".
El contable de Hoffman habría declarado ante el juez que el actor había contestado así repetidas veces, cuando le indicó la posibilidad de que dejara un fondo a su nombre. En su lugar, legó los 35 millones de dólares de su fortuna a su pareja sentimental y madre de los niños, Mimi O'Donnell.
El hecho de que ambos no estuvieran casados podría complicar los trámites de la herencia, según el diario estadounidense. Ambos se conocieron en 1999 en una obra de teatro.