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Corinna: "Soy un apasionada de la caza"

La alemana concede una amplia entrevista a la revista francesa Point de Vue. Dice que su relación con el Rey obtuvo una "visibilidad" que no deseaba.

La alemana concede una amplia entrevista a la revista francesa Point de Vue. Dice que su relación con el Rey obtuvo una "visibilidad" que no deseaba.
Corinna y el rey emérito | Archivo

La monarquía española, la monegasca, Clinton, las familias reales de Oriente Medio y ahora también el Palacio de Buckingham, en calidad de asesora del duque de Edimburgo. El asombroso currículum de relaciones internacionales de Corinna zu-Sayn Wittgenstein, al descubierto en una entrevista a la revista Point de Vue, una nueva oportunidad para el autobombo de la princesa alemana tras romper relaciones, al menos de cara a la galería, con nuestro país.

Precisamente a colación de una condecoración del marido de Isabel II, de la que dice sentirse "orgullosa", Corinna aprovecha la entrevista para hablar de sí misma. "Crecí entre Alemania y Brasil. En mi juventud hicimos múltiples viajes y descubrimientos gracias a mi padre, que dirigía una compañía aérea". "Aprendí cinco idiomas y a los 12 años tuve el privilegio de tener pisado todo el planeta. Otro elemento importante es el deporte. Yo era un miembro del equipo de patinaje artístico alemán junior. También me gusta el esquí, deportes acuáticos, buceo ... En fin, soy un apasionada de la caza".

Y, por supuesto, su currículum: "Me especialicé en los conflictos religiosos en el Medio Oriente. En 1987, mi tesis trató de la influencia de las organizaciones terroristas en las decisiones de la ONU". No obstante, aclara ella misma, al no llevarle a ninguna oportunidad laboral, se especializó en bienes de lujo y marketing.

Corinna explica en la entrevista en qué consiste exactamente Apollonia Associates, su empresa de consultoría internacional. "Se trata de establecer, a través de expertos, la relación entre las instituciones nacionales e internacionales, públicas o privadas, y personas influyentes en los sectores económicos y comerciales. Mis primeros clientes se encuentran en Europa, los EEUU y Rusia. Entonces, naturalmente, me interesé en las actividades de Medio Oriente, ya que mi conocimiento académico me había preparado yo". Allí, dice, encajó perfectamente: "Aprendí a respetar el código. Nunca mirar a un hombre a los ojos, no tocar, y aprender a vestirse adecuadamente. Mi vestuario es bastante instructivo ya que mis trajes están ordenados por país: Arabia Saudita, Jordania, Europa y así sucesivamente".

A Corinna le preguntan también por su vida privada, que ella considera "muy simple". "En 1991, me casé con Philip Adkins, un gran financiero estadounidense. Vivíamos entre Londres y California. Tuvimos una chica, Nastasia, que nació en 1992 en Los Ángeles. Philip y yo éramos socios. Tuvimos proyectos en Estados Unidos, Japón, Australia y Nueva Zelanda. Para mí fue una nueva apertura y adquirí de él fuertes habilidades financieras. Esto fue muy útil más adelante cuando partimos por separado. En 2000, me casé con el príncipe Casimir zu Sayn-Wittgenstein y de nuestro matrimonio nació Alexander en 2002".

Y naturalmente su affair con el rey Juan Carlos, que no niega. "Es un episodio que asumo, pero que se amplificó y utilizó abusivamente. Obtuvo una visibilidad que no quería, y decidí hacer algo positivo utilizándolo en beneficio de la filantropía".

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