Se acerca la que será, sin duda, la boda de la temporada. El hijo de Isabel Pantoja, Kiko Rivera, tendrá su ración de atención mediática gracias a su boda con Irene Rosales, una ansiada exclusiva en la que una de las grandes incógnitas será la presencia o ausencia de la propia tonadillera, desaparecida (aunque no mediáticamente) desde su salida de prisión.
Ahora, según El Programa de AR, Kiko desea que su madre salga de Cantora para acudir al enlace, pero además que pose para incrementar el precio de la exclusiva. El joven Rivera intenta rentabilizar a toda costa la boda, pero necesita de su madre para que esta atención se incremente. "Yo he posado muchas veces con mi madre, es hora de que me lo devuelva", ha asegurado en DJ a su entorno más cercano.
Los vástagos de Pantoja han recogido el testigo de la cantante una vez ésta entró en prisión. Tanto Chabelita como Kiko -por mucho que éste haya sido con su eterna actitud gruñona y displicente- han acaparado todo tipo de titulares sobre su relación entre ellos y sus líso amorosos. La última de la joven Isa ha sido su boda con el joven Alejandro Albalá, anunciada a pocos días de la que iba a ser su ruptura definitiva.
En lo relativo a la propia Isabel Pantoja, todavía tiene miedo a salir de la finca. Sus planes respecto a su próximo disco y su salida al extranjero no han cuajado, lo que no ayuda a su triste estado de ánimo. Lo que junto a los planes de Hola -que según el espacio de AR, ha marcado los tiempos y obligado a que la boda sea antes de final de año y no en 2017-, ponen en riesgo la integridad de la exclusiva. ¿Saldrá todo bien para que el clan tenga su momento de gloria?