Malia Obama, la hija mayor del presidente de Estados Unidos, ha pasado unos días de vacaciones en Barcelona en compañía de tres amigas. El grupo intentó pasar desapercibido y disfrutaron de la ciudad condal como cualquier turista, rodeadas en todo momento de un amplio dispositivo de seguridad. La joven, que acaba de cumplir 18 años, llegó el pasado viernes y se marchó el martes por la mañana, según informa La Vanguardia.
Las amigas eligieron el Hotel Advance de cuatro estrellas, un lugar discreto, pequeño y muy moderno que se encuentra a diez minutos de la Plaza de Cataluña y la Rambla, epicentro turístico de Barcelona.
Planificaron el viaje para recorrer las calles de la ciudad como cualquier joven de su edad que hace turismo. Se pasaron por la Sagrada Familia, comieron arroz en el Puerto Olímpico y aprovecharon para irse de compras. Más de un día volvieron al hotel cargadas de bolsas. Tampoco se olvidaron de la buena gastronomía. Al parecer, cenaron dos veces en The Sopa Boba, donde el grupo quedó encantado con las patatas bravas, las croquetas y los montaditos de jamón.
Malia Obama ha estudiado español desde que era pequeña y habla fluidamente el idioma. Precisamente, se encargó de ejercer de intérprete durante el viaje de la familia Obama a Cuba. Hace poco la joven visitó Madrid, aunque en una situación muy diferente. Michelle Obama llegó a la capital con sus hijas Sasha y Malia y su madre Marian Robinson. Mientras la primera dama presentaba una iniciativa solidaria en favor de la escolarización de las niñas, sus hijas aprovecharon para irse de compras low cost por la Gran Vía.