La presencia empresarial de Jaime de Marichalar es cada vez menor. Según informa El Mundo, en agosto perdió su penúltimo puesto en un consejo de administración, cargo al que accedió gracias a las buenas relaciones de Juan Carlos I.
El 26 de junio de 2012, ya divorciado de la infanta Elena, a Marichalar le nombraron –auspiciado por el exjefe del Estado y tras la mediación de éste– consejero de La Sociedad General Inmobiliaria de España –LSGIE–, una empresa con una facturación anual de 50 millones de euros, perteneciente al "rey de los centros comerciales": Robert de Balkany.
Tras la muerte del empresario, su yerno, Strom Biger, tomó las riendas de la empresa, siendo elegido presidente el 21 de diciembre de 2015. Ocho meses después de su nombramiento, Marichalar fue destituido del Consejo de Administración. El 2 de agosto de este año, el Boletín Oficial del Registro Mercantil publicó el cese del aristócrata en LSGIE.
Esta no es la primera silla que pierde el aristócrata en un consejo de administración: tras el enlace con Elena de Borbón, la pareja se instaló en París, donde residieron hasta que en 1997 Jaime fue nombrado Asesor del Director de Operaciones del Credit Suisse First Boston en Madrid. En la capital española, complementó ese trabajo con la presidencia de la Fundación Axa. En 2011, el ya exduque fue nombrado, primero, consejero de Axa Vida Sociedad Anónima de Seguros y Reaseguros y, después, de Axa Seguros Generales Sociedad Anónima de Seguros y Reaseguros. De las dos sociedades de Axa fue cesado en 2013.
Ahora, a Marichalar le quedan otros tres negocios para ganarse la vida: continúa con su puesto como consejero de Loewe –está vinculado a la firma de marroquinería de lujo desde julio de 2013–; asesora desinteresadamente a la firma de gafas low cost Hawkers, y ha "heredado" una franquicia de Manolo Blahnik, "heredada" de una de sus grandes amigas: Naty Abascal.