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El homenaje a Elisa Montés que le dará su hija Emma Ozores, de la que se separó de niña

Antonio Ozores se hizo cargo de Emma, fruto de su relación con Elisa Montés. 

Antonio Ozores se hizo cargo de Emma, fruto de su relación con Elisa Montés. 
Elisa Montés | Cordon Press

Elisa Montés es la superviviente de las hermanas Penella. Murieron ya Emma, recientemente Terele Pávez y un mes antes que ésta también María Julia, la única de ese clan artístico que nada tuvo que ver con la farándula: vivía en Las Vegas, en el estado norteamericano de Nevada, donde ejercía de directora de un hotel; casada con un piloto de aviación, con quien tuvo dos hijas. Las cuatro, hijas de Ramón Ruiz Alonso, que fuera diputado de la CEDA, y quien se encargó de entregar en el verano de 1936 a Federico García Lorca, acogido en el domicilio de los Rosales (Luis, el poeta, era muy amigo de éste), llevándolo hasta el Gobierno Civil, y ejecutado dos días después. Ruiz Alonso viviría en Las Vegas sus dos años postreros de vida hasta su fallecimiento en 1978.

Siempre se llevaron bien las hermanas Penella, cuyo apellido artístico las diferenciaba ante los espectadores, al punto de que no siempre supieron muchos sus lazos familiares. En el caso que nos ocupa, Elisa Montés eligió el suyo, olvidándose del Ruiz verdadero, para homenajear de paso a su abuelo, Manuel Penella, el ilustre compositor de la ópera "El gato montés", que concluye con el conocido pasodoble de igual título.

La filmografía de Elisa Montés se nutre de algo más de medio centenar de títulos, el primero de ellos fechado en 1953, El mensaje, que dirigió Fernando Fernán-Gómez, y el que significó su retirada del cine, Mar de luna, realización de Manuel Matji, de 1994. Entre medias un buen surtido de "westerns", de los que se rodaban en el desierto almeriense, en los alrededores de Tabernas, como El regreso de los siete magníficos. Tuvo como compañeros a actores de renombre, como Yul Brynner. Asimismo fue protagonista de varias comedias, como Faustina y La vida en un bloc, y otras de Pedro Lazaga, entre otros realizadores del género, y de quien fue su cuñado, Mariano Ozores.

Contrajo matrimonio en 1958 con el actor cómico Antonio Ozores. Diez años duró la convivencia de esta pareja. Tuvieron una hija, Emma, nacida el 2 de febrero de 1961. Se da la circunstancia de que pocos días después del parto tuvo que participar en el rodaje de Salto mortal y ante su evidente debilidad física, su mentado cuñado decidió que interviniera sentada en una silla de ruedas. Todo parecía ir bien en la pareja pero por razones que nunca quisieron explicar ni Antonio ni ella, cortaron por lo sano su relación. Tenía Emma Ozores entonces sólo siete años. A esa edad, en caso de disputas ante un juez, se suele encomendar la potestad a la madre. Pero ésta decidió que la niña se quedara con el padre. Y Antonio Ozores, de la noche a la mañana, se haría cargo de la educación de la pequeña, de su mantenimiento y de cuanto se relacionara con su quehacer diario y sus preocupaciones, porque Elisa Montés se desentendió claramente de sus deberes maternales. Contaba Antonio Ozores con la gracia que le caracterizaba pero muy en serio en esta ocasión, que la primera vez que tuvo que ir a una farmacia, inquieto y dubitativo ante la situación de que a Emma le había llegado la regla, tartamudeó (y no se trataba de ningún papel teatral) sin saber qué pedir. Farfulló más o menos lo que sigue: "Oiga, ¿me puede dar una de esas cosas que no se mueven y no calan?"

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Emma y Antonio Ozores | Cordon Press

Mucho tiempo transcurrió para que madre e hija se abrazaran. Y ahora ambas estarán juntas en el Almería Western Festival, a celebrarse la semana próxima. Elisa Montés será objeto de un homenaje, en recuerdo de las películas que rodara en los años 60 y 70. Aquellas aventuras filmadas en la capital andaluza, simulando ser escenario del Oeste americano, no han dejado de hacerse en Almería, donde permanentemente se alza un poblado, que puede visitarse por los turistas interesados en jugar un rato a ser Clint Eastwood, por ejemplo, uno de los primeros rudos galanes, entonces nada conocido por estos pagos, quien a las órdenes de Sergio Leone protagonizara El bueno, el feo y el malo entre otras producciones de lo que entre nosotros se bautizó como "spaghetti-western".

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