Han pasado casi cinco años desde la trágica muerte de Mario Biondo, marido de la presentadora Raquel Sánchez Silva, y a pesar de que la Justicia española dio el caso por resuelto, la italiana continúa con la investigación a petición de la familia del cámara de televisión, que sostiene que fue asesinado. Ahora, la investigación ha dado un giro sorprendente que intentaría explicar las circunstancias sospechosas del caso.
Según informa La Vanguardia, los fiscales que llevaban el caso, Claudio Camilleri y Calogero Ferrara, fueron apartados de la causa por su inacción, ya que tras viajar a España para tomar declaración a personas próximas al fallecido, como su viuda, prácticamente no habían tocado el caso. Todo a pesar de los cuatro informes periciales que la familia de Mario había pedido a distintos expertos forenses y criminólogos, en los que se reseña que el cámara italiano murió asesinado. A estos cuatro informes se suma un quinto realizado en España por el profesor y experto en Criminalística de la UdG y la UAB Lluís Duque, en el que concluye lo mismo: hay indicios claros de que Mario murió asesinado y que el escenario del crimen estaba preparado.
El citado medio explica que los nuevos fiscales adscritos al caso, Roberto Scarpinato y Domenico Gozzo, han solicitado al juez de instrucción incoar lo que en Italia se llama incidente probatorio, es decir, una reunión con los expertos forenses a quienes la familia encargó informes independiente para esclarecer las claves del posible homicidio de Mario: la doble ranura en su cuello, incompatible con un ahorcamiento con una pashmina; que la librería de la que pendía su cuerpo en suspensión parcial estuviese intacta y todos los objetos en su sitio y el hematoma que presentaba en la sien izquierda, entre otros misterios sin aclarar.
Los expertos que dan por imposible la hipótesis del suicidio son Giusseppe Iuvara, doctor especialista en Medicina Legal y de Seguros de la fiscalía de Ragusa; el profesor Livio Milone, director del Policlínico de Palermo; el profesor Maurizio Cusimano, experto en antropometría forense y adscrito a los tribunales de Livorno, Foggia y Brescia y Corrado Cugno, doctor especialista en radiodiagnóstico de los tribunales de Palermo. Sus dossieres serán cotejados por un colegio de expertos nombrado por la Fiscalía, explica La Vanguardia.