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Las nueve veces de Zsa-Zsa Gabor y otros famosos aficionados a casarse

Zsa-Zsa Gabor lo hizo nueve veces y Liz Taylor, ocho.

Zsa-Zsa Gabor lo hizo nueve veces y Liz Taylor, ocho.
Zsa Zsa Gabor | Cordon Press

El mundo de los famosos del cine, cuya mayoría habita Hollywood como centro de su trabajo nos proporciona habitualmente noticias acerca de los matrimonios y divorcios se suceden. No es que aquello sea Sodoma y Gomorra, mas lo cierto es que, comparándolo con sus colegas europeos, la cifra resulta abrumadora para quienes pasan y salen de los juzgados con asiduidad, en lo que respecta a su vida matrimonial, claro. Decía Woody Allen: "Una esposa dura tanto como un matrimonio, pero una ex esposa es para toda la vida". Nada que objetar.

La lista de famosos que reincidieron en casarse la encabeza la ya desaparecida no hace mucho Zsa-Zsa Gabor, de una familia húngara establecida en los Estados Unidos. De la madre y las hermanas, ella fue la que más veces pronunció aquello de "sí, quiero", nada menos que nueve. Entre sus maridos, destacaron Conrad Hilton, millonario, dueño de una gran cadena hotelera mundial, y el galán británico George Sanders, al que una noche, fortuitamente, me lo encontré a las puertas del Albert Hall londinense: dejaba yo un taxi y él lo tomaba. Alto, distinguido, muy culto, vivió temporadas en Sitges, donde se suicidó. Se ve que fue uno más en la cama junto a Zsa-Zsa Gabor, quien decía: "Aconsejo a toda mujer que se case como mínimo tres veces". Tomen nota mis lectoras.

Claro que no le fue a la zaga Elizabeth Taylor, con un puesto solamente por debajo de la anterior colega: sólo matrimonió en ocho ocasiones. El antes citado Conrad Hilton fue uno de ellos, pero el primero de todos resultó ser un joven aniñado, rubio y de gran desparpajo, bajo de estatura y sin embargo galancito de moda en el cine de los años 40. Su nombre, Mickey Rooney, que tenía solo diecinueve años, poco más que ella, con la que duró apenas un año; luego se casó seis veces más, la última en 1978, siendo ya viejecito. Con gran sentido del humor, daba este consejo a los novios: "Es mejor casarse por la mañana, pues si la cosa sale mal te divorcias y así no pierdes el día entero". Volviendo a la lista de Taylor: esposa de otro millonario, el todopoderoso productor de cine Michael Todd. Y entre medias el galán cantante Eddie Fischer (padre de Carrie), que estaba casado con la mejor amiga de Liz, y ésta "se lo birló". Richard Burton sería el gran amor de Liz, al punto de que se casó dos veces con él, contabilizando riñas casi a diario y reconciliaciones también, entre borracheras continuas, risotadas e insultos mutuos. Para redondear su biografía sentimental de esta mujer bellísima, de ojos color violeta que yo contemplé cara a cara en San Sebastián, el último marido fue el albañil Larry Fortensky, al que conoció en la clínica Betty Ford mientras ambos se rehabilitaban tras sus adicciones al alcohol y otras drogas.

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Liz con Eddie Fisher y Debbie Reynolds | Cordon Press

Lana Turner fue una gran belleza del cine de los años 50. Ocho veces se casó, empatando así con Liz Taylor. Una con Lex Barker, antes de que "lo pescara" Carmen Cervera. Humphrey Bogart tuvo cuatro experiencias matrimoniales, la última con Lauren Bacall, a la que conoció siendo una jovencita de diecinueve años, modelo entonces cuando debutó con él en "Tener y no tener". Bogart murió de cáncer en 1957 y sorprendentemente, meses antes, ella lo engañaba con Frank Sinatra. Éste, pasó por la vicaría una vez, con Nancy Barbato y tres, ante un juez, cuando se casó con Ava Gardner, Mía Farrow, y Bárbara, viuda de uno de los hermanos Marx, Zeppo (muy admiradora, dicho sea de paso, de Julio Iglesias). Joan Collins es otra veterana actriz que ha coleccionado cinco esposos, uno de ellos Peter Holm. Es de las que frecuentan las clínicas de cirugía estética para ver si mantiene más opciones matrimoniales.

Paul Newman se casó por vez primera con la actriz Jackie Witte. No le fue bien pero sí a la segunda: con la espléndida Joanne Woodward, ejemplo de matrimonio bien avenido "hasta que la muerte los separe". Él se fue antes. Decía: "¿Me preguntan que por qué dura tanto mi matrimonio? Y yo respondo siempre que no me gusta ir a comer cualquier cosa fuera cuando en casa tengo un buen solomillo todos los días". Graciosillo… Pero esto de divorciarse resulta caro en los Estados Unidos. Clint Eastwood convivió largo tiempo en California con Sandra Locke y al dejarla hubo, tras un posterior juicio, que indemnizarla con seiscientos millones de dólares. Cuatrocientos millones también pagó para divorciarse de Maggie, su mujer. Desde luego la cosa viene de antiguo, pues a Charles Chaplin lo "desplumaron" sus respectivas esposas: Mildred Harris, Lita Grey, Paulette Godard, que eran unas crías que no habían cumplido los veinte, y la que cerró el ciclo, Oona O´Neill, que fue quien hizo más feliz a Charlot, padres de nuestra buena amiga Geraldine.

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Dennis Hopper con su última mujer, Victoria Duffy | Cordon Press

Hablemos de algunos de ellos. Por ejemplo del ya fallecido Dennis Hopper, uno de aquellos rebeldes de la pantalla de los años 50 junto a James Dean: cinco fueron las ocasiones en las que se vistió para casarse. Murió a los setenta y cuatro años, después de cinco bodas y con cuatro hijos, víctima de un cáncer de próstata. El galán Billy Bob Thorton acumuló seis matrimonios. Uno de ellos con Angelina Jolie. Por cierto, al divorciarse por quinta vez dijo que no le hablara nadie más de boda. Mintió, al reincidir. Citada Angelina, apuntemos que, además de Billy Bob ha tenido dos maridos: Johnny Lee Miller y Brad Pitt; con este último sigue en permanentes disputas judiciales. Liza Minnelli, tal vez por mimetismo (su padre tuvo cuatro matrimonios) también ha tenido varias experiencias, una con el escultor Mark Gero y la última con el músico David Gest. Drew Barrymore decidió casarse teniendo diecinueve años con un panadero: dos meses después se divorció. Seis meses le duró su unión con el cómico Tom Green. Con Jeremy Thomas sólo pasó la noche de bodas. Finalmente parece que sentó la cabeza con Will Kopelman, con quien fue dos veces madre. Su vida ha tenido episodios turbios entre la droga, el alcohol y alguna visita a las comisarías. También Julia Roberts tuvo uno de esos matrimonios "express", de sólo poco más de año y medio con el cantante de "country" Lyle Lovett. Pero es que anteriormente en vísperas de casarse con Kiefer Sutherland lo dejó compuesto… y sin la novia, ella. No sabemos quién pagó los gastos de la boda suspendida, a la que iban a acudir medio millar de invitados. Haley Berry puede presumir de tres maridos: un jugador de "baseball", que intentó suicidarse; un músico, Eri Beret, y un actor, Olivier Martínez, con quien tuvo un hijo. Tres veces asimismo se ha casado Demi Moore, la primera con un mújsico que le dio su apellido artístico definitivo, Freddy Moore, y después con Bruce Willis y Ashton Kutcher.

Tom Cruise se hizo muy popular, aunque siendo mucho más bajito que Nicole Kidman, su segunda esposa. La primera había sido otra actriz, Mimi Rogers. Y la tercera, Katie Holmes, con quien tiene dos hijas, amén de otros dos niños adoptados cuando estaba con Nicole. Jennifer López se equivocó al celebrar un enlace con el cubano Ojani Noa, que la engañó de todas las maneras, aprovechándose en los "realitties" televisivos para contar intimidades de su mujer. Tras romper con el rapero P. Diddy se encaprichó con el bailarín Cris Judd. Salió una temporada con Ben Affleck. Con Marc Anthony (casado a su vez en cuatro ocasiones) fue feliz algún tiempo. Ahora dicen que está encantada con un jugador de béisbol, Alex Rodríguez.

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Pamela Anderson | Archivo

Pamela Anderson casi se salía de la pantalla del televisor por su aparatosa anatomía, viéndola en Los vigilantes de la playa. El rockero Tommy Lee fue su primer marido, con quien protagonizó más de un escándalo. Con el músico Kid Rock estuvo un año. Una de sus bodas fue ilegal, por lo que volvió ante el juez. La última aventura suya matrimonial fue con Rick Salomon, conocido por sus eróticas aventuras con Paris Hilton. Añadamos ahora el nombre de Kim Kardashian, que también ha probado el matrimonio tres veces: con un jugador de baloncesto, con un productor de televisión y con un rapero, del que tiene tres hijos.

Investigando sobre el asunto de este texto, hallamos el caso de dos mujeres, ajenas desde luego al mundo de la farándula, eso que ahora llaman "famoseo". Las dos norteamericanas: Linda Wolfe y Linda Essex (curioso que ambas se llamaran igual). Se casaron ¡veintitrés veces! La primera de ellas refería que entre sus maridos tuvo a un mecánico, un barman, un ex convicto, varios músicos ¡y un cura! Terminó viviendo en un geriátrico de Indiana.

Respecto a casos españoles, quien popularizara "Luna de miel", la cantante Gloria Lasso (que vivió muchos años en París y la última etapa de su vida en México) contrajo matrimonio en seis ocasiones, aunque la prensa le endosó más bodas, a lo que ella terminaría aludiendo como que "eran sólo pura publicidad". Sara Montiel es quien también puede integrarse en este listado, con sus cuatro experiencias maritales. La última, con el cubano Tony Hernández. Como la sorprendieron en el juzgado cuando iba a casarse y tenía vendida la exclusiva, no se le ocurrió mejor explicación que negarlo, exclamando: "¡Pero qué invento, qué montaje, de qué me habláis…!" Los reporteros se lo tomaron a chufla, a tenor del bodorrio, que acabaría en divorcio.

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