La crónica rosa de Es la mañana de Federico contó con Paloma Barrientos y Carlos Pérez Gimeno para desgranar todos los temas de la actualidad social de la semana. Entre ellos el sonado Deluxe en el que la plana al completo del programa arremetió contra Makoke... para desdecirse después.
Todo ocurrió, según relató Federico Jiménez Losantos, en tres fases bien diferenciadas: "El escrache a Makoke, el suicidio de Matamoros y el perdón a Makoke". "Makoke, lo más aburrido de Occidente, no se sentó en el polígrafo sino que hizo un Sálvame. La primera parte, la presentación, fue lo más parecido a un linchamiento hecho en vivo y en directo en televisión. Fue un escrache brutal. Hecho con argumentos, pero todos a la vez".
Según el director de Es la mañana de Federico, varias cosas quedaron claras durante el proceso. Una, que "Mila Ximénez nunca ha estado mejor", precisamente porque supo ver lo que venía después: "Mila no remató porque vio que en ese momento era ponerse a la gente en contra, y la gente en ese instante quería compadecer a Makoke".
En todo caso, y una vez Kiko Matamoros entró en antena tras una hora contra Makoke, el rol de ésta empezó a cambiar por el de víctima. "El testimonio fue tan brutal que empezaron a plegar velas. Primero contra Makoke, luego entró Kiko Matamoros contra los demás".
Y aquí entra otro elemento que justifica el cambio en el relato, y es que Kiko Matamoros tiene en contra a todos los colaboradores del programa, todos están enemistados con él....
Tal y como aseguró la periodista Paloma Barrientos, "aquí el tema es ajuste de cuentas con Kiko Matamoros, y Makoke es algo colateral". Por no mencionar que "Kiko y Makoke casi seguro que van a volver". Todos en la mesa de la crónica rosa de esRadio estuvieron de acuerdo en que Makoke, ni en su sonada entrevista en Lecturas ni en la noche del Deluxe, acabó por rematar a su ex Kiko Matamoros, incluso cuando estaba en la posición idónea para hacerlo.
En todo caso, la tercera fase se inició una vez Kiko Matamoros, o más bien su voz, apareció en escena. Según Jiménez Losantos, es la prueba del "prestigio impalpable del directo". En el momento de rematar a Makoke, todos se echaron atrás. "Podían haber dicho: tú has tragado a este tío. Y sin embargo, se encogieron, se fueron atrás cuando los argumentos eran los mismos que valían para ello. En la segunda hora hubo una catarsis que les hizo cambiar. Estoy seguro que todos pensaron: esta falsa nos ha engañado, pero no lo dijeron".