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¿Es válida la boda en Las Vegas de Eugenia de Alba con Narcís Rebollo?

Ha pasado más de un año de la supuesta boda de Eugenia. 

Ha pasado más de un año de la supuesta boda de Eugenia. 
Una imagen de la boda | Instagram

Se ha cumplido un año de la un tanto extravagante boda de Eugenia Martínez de Irujo, hija de la extinta duquesa de Alba con el empresario catalán Narcís Rebollo, que celebraron en Las Vegas vestidos de manera informal. Tanto que eligieron cada uno el disfraz que más risa podía producirles cuando ante el oficiante que los casó pronunciaron el consabido "¡sí, quiero!". Como ya sabrán ella quiso ser por un rato Marilyn Monroe, con su peluca rubia en tanto el novio prefirió emular al Elvis Presley de su última época, la más hortera, para lo cuál utilizó también una peluca, oscura, y unas gafas. Es obvio que cualquier pareja enamorada puede elegir la ceremonia nupcial que guste, civil o eclesiástica, aunque los haya que recurren a estrafalarios ritos, en Bali o en otros lugares paradisíacos, como en su día, por poner unos ejemplos, protagonizaron María Jiménez y José Sancho, Amparo Muñoz y su entonces sinvergüenza compañero, que la incitó a la droga, Lauren Postigo y uno de sus "ligues"… Bodas muy divertidas, pero sin validez absoluta. Y recordando un montón de secuencias de películas norteamericanas en las que una pareja que acaba de conocerse, contrae matrimonio a medianoche en Las Vegas y a la mañana siguiente vuelve al mismo sitio para divorciarse, nos hacemos esta pregunta: ¿fue lícita la ceremonia matrimonial de Eugenia y Narciso? Cierto que lo celebraron en la Lille White Chapel de Las Vegas, mas ¿de carácter católico? ¿Validaron esos votos de marido y mujer para que la boda no fuera un simple acto de consentimiento mutuo? ¿Acudieron al consulado español para que tal unión quedara inscrita formalmente? ¿O a su regreso a España hicieron lo propio ante la institución pertinente, un juzgado?

Tales conjeturas nos han venido a la mente al cumplirse ya trece meses de la mentada boda en la ciudad americana del juego. Uno de los dos cónyuges dijo que a su vuelta a Madrid celebrarían una gran fiesta para sus amigos y luego una ceremonia nupcial. Cumplieron lo primero, coincidiendo con el cincuenta cumpleaños de Eugenia Martínez de Irujo. Evento por todo lo alto, con asistencia de la "crema" social del momento. Pero de posterior ceremonia, civil o por la Iglesia, nada de nada… por el momento. Y entonces es cuando nos preguntamos si existe algún impedimento para ello, en caso de que fuera necesario y la boda de Las Vegas careciera de validez. Porque papeles, no han mostrado ninguno. Nada les obliga, por supuesto, pero si vía Instagram facilitaron alguna imágen de su ceremonia nupcial no hubiera estado mal que acompañaran algún documento acreditativo.

El caso es que Narcís (su nombre en catalán) Rebollo Melció estuvo casado anteriormente con la abogada y actual asesora nutricionista Anna Turon, con quien tuvo dos hijos. Se divorciaron hace alrededor de dos años. Poco después fue cuando el empresario mencionado inició relaciones con Eugenia Timotea Mencía y María del Rosario Martínez de Irujo Fitz-James Stuart, duquesa de Montoro. Y al año, más o menos, esto es, el 17 de noviembre de 2017 es cuando dieron noticia de su sonada boda en Las Vegas. ¿No será que el novio tiene algunas dificultades para poder casarse ahora libremente con Eugenia? ¿Acaso no ha obtenido aún el divorcio de su primera esposa, antes apuntado? Porque en el caso de Eugenia no existe el menor problema ni para un boda religiosa ni naturalmente de carácter civil. Recordemos que en 2014 quien fue su anterior esposo, Francisco Rivera Ordóñez contrajo matrimonio religioso con Lourdes Montes, tiempo después de haberse casado con esta modelo civilmente. Por lo tanto, Eugenia estaba libre para elegir una ceremonia como quisiera, que fuera legal. Si lo es la de Las Vegas, las dudas quedaran resueltas.

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Eugenia y Narcís | Cordon Press

De experiencias sentimentales de Narcís Rebollo únicamente conocemos la citada de su boda con la antes mencionada abogada. Por lo que respecta a Eugenia, personaje público dada su identidad aristocrática, se conoce sobradamente quiénes han sido sus amores, amén de alguno desconocido de sus tiempos adolescentes, a saber: Francisco Rivera, con quien riñó, ella bebió los vientos una temporada al lado de otro torero, Miguel Báez Litri, para luego volver a los brazos de quien entonces era conocido como Fran, y ahora gusta de que lo llamen Paquirri, como su padre. Roto ese matrimonio, que duró entre 1998 y 2002, Eugenia tuvo más amistades íntimas con Colate Vallejo-Nájera, conocido faldero, el dueño de las bodegas Murrieta, Vicente Dalmáu, un ejecutivo discográfico, Ignacio Ventosa, el no menos donjuán Gonzalo Miró (que no quiso un año asistir a la misa del Gallo en el Palacio de Liria, desairando a la duquesa, que lo había invitado al conocer su pasión hacia su hija), y el breve pero muy publicitado idilio con José Coronado. Una vez que Eugenia de Alba ha estabilizado su vida emocional, se le atribuye esta no muy original, pero creemos muy sincera frase, acerca de Rebollo: "Es el hombre de mi vida".

Pues, bien: ese "hombre de su vida" es un empresario destacado en el tinglado del disco, amén de que presida o tenga intereses económicos en otras sociedades diversas. Se hizo millonario tras ser uno de los fundadores de Vale Music, que tenía todos los derechos del programa Operación Triunfo. Algunos de los triunfitos como David Bisbal y David Bustamante estuvieron contratados por Narciso Rebollo, quien sacó buena "tajada" del negocio, de igual modo que ambos cantantes, mucho más el primero que el segundo, se han convertido en ídolos de la canción, con muy elevados ingresos.

Eugenia y Narciso están, como se dice, prolongando su luna de miel. Lo malo en esa convivencia es que él viaja constantemente por exigencia de sus negocios. Y ella, o le acompaña, lo que no parecería siempre adecuado, o bien lo espera en casita. Como también esperaba las tardes de toros de Paquirri hijo. Aunque, como el amor todo lo puede, apostemos porque en 2019 la pareja aumente su dicha. ¿Tendrán un bebé, hermanito de Cayetana y de los otros hijos de Rebollo? Con cincuenta años, Eugenia puede que lo intente. ¿Por qué no? Además, a día de hoy, existen procedimientos científicos posibles.

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