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El desnudo de Ruth Gabriel que revolucionó la España de los 90

Ruth Gabriel apenas tenía 18 años cuando saltó a la fama.

En fecha reciente la cadena 2 de Televisión Española programó Días contados, una película de Imanol Uribe, con argumento del escritor de novelas policíacas Juan Madrid, Días contados, de las primeras veces que se afrontaba la historia de un miembro de ETA. En el guión, de manera fortuita, la trama era la relación entre un etarra y una prostituta, tras un casual encuentro que, conforme pasa el tiempo se transforma en un amor "fou", que dicen los franceses. Carmelo Gómez, con su habitual estilo seco, seguro, sin apenas mover un músculo, daba vida al siniestro personaje. En cuanto a ella, resultó un auténtico descubrimiento, como quedó testimoniado al ser merecedora del premio Goya "a la actriz revelación", en su edición de 1994.

Tenía Ruth Gabriel apenas dieciocho años. Entre ambos protagonistas hubo una fluida comunicación desde el primer instante, lo que favorecería las escenas más comprometidas, muy explícitas de Ruth mostrando el sexo y todo su hermoso cuerpo. Secuencias no sólo de segundos, puesto que el argumento justificaba los frecuentes desnudos de la jovencísima actriz, que desde el estreno de la película quedó de algún modo marcada como un mito, sensual y sexual, del cine español de los años 90. Nada tenía que ver, desde luego, Días contados con tantas inanes cintas de gratuito erotismo. Pero su protagonista, Ruth Gabriel, se significó bastante con aquel personaje, que ella bordó como si ya fuera una veterana estrella.

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Como dato anecdótico insistió mientras se filmaban tales escenas para que ninguno de los técnicos presentes se ausentaran, con el propósito de darles la mayor naturalidad. Desnudarse para ella ya no le iba a producir ninguna incomodidad en el futuro. El director, Imanol Uribe, que había realizado pruebas a diferentes aspirantes, en lo que sabido es se denomina "cásting", dijo esto nada más contemplar la mirada de Ruth Gabriel, su busto y sus piernas: "¡Ése ese es el culo que busco para "La Charo"!" Y el trasero de Rurh quedó bien inmortalizado luego en imágenes. Neófita podría ser considerada Ruth Gabriel, en base a la importancia de su papel en Días contados, aunque, en puridad, ya sabía enamorar a una cámara con su poderosa mirada.

Llamada realmente Ruth Sánchez Bueno, hija de la novelista Ana Rosetti y del actor Ismael Abellán, nació en San Fernando, Cádiz, en 1975. Con cinco años, de la mano de su progenitor, debutaba en el programa infantil de Televisión Española La cometa blanca. Y entre 1983 y 1987 volvió a los estudios de Prado de Rey para ser la acompañante de Espinete, en aquel otro espacio para niños que tanto recordarán mucho adultos de hoy, Barrio Sésamo. Aquel mundo de la interpretación acabó apasionando a quien en principio era anunciada con su nombre y el segundo apellido de su padre, Abellán, aunque más tarde elegiría el definitivo de Ruth Gabriel. Entre su etapa de actriz infantil y adolescente "de la tele", Ruth, apenas con trece o catorce años, con el consentimiento paterno, se fue a los Estados Unidos, con el afán de estudiar en una academia de interpretación, fascinada por la serie norteamericana Fama. Vivió en Utah, y en Los Ángeles, y más que matricularse en un centro como quería vivió otras experiencias y desde luego aprendió inglés, que luego le serviría para algunas coproducciones. También vivió una temporada en Florencia, con su madre, descendiente de italianos, y de la que muy tempranamente pudo leer algunos de sus relatos eróticos. Así es que dejó de escandalizarse de muchas cosas cuando tuvo que interpretar más películas donde ponía a prueba su sensualidad, la fuerza de su cuerpo, esos carnosos labios y siempre la manera de seducir a sus oponentes masculinos, entre los que tuvo entre sus brazos a Franco Nero, con el que no simpatizó mucho al parecer. Y en otro rodaje, el de Doña Bárbara, hubo mayor entendimiento con el cubano Jorge Perugorría.

Pero de todos sus galanes, ella diría que quien mejor la besó fue Carmelo Gómez. Hay en la vida de Ruth Gabriel más de una frustración. La primera es que, después de recibir el premio Goya revelación, no la llamaron de ninguna productora hasta pasado largo tiempo. Ahí comprendió la inestabilidad de su profesión. Y lo pronto que la gente puede olvidar una gran película, un rostro bello. Tuvo que supervivir con rodajes fuera de España o trabajos aislados en televisión. Aprendió pronto a no amilanarse, por ejemplo al regresar a Madrid después de su experiencia americana, todavía siendo menor de edad, sin haber cumplido los dieciocho. Como no encontraba "curro" hubo de trabajar de "go-go" (como entonces se llamaban las bailarinas de discoteca subidas a una tarima) en la madrileña sala "Morocco", y de camarera en otra sala, "Revólver".

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Ruth Gabriel | Gtres

Ya han transcurrido veinticinco años de cuando lo enseñaba todo en Días contados. Y con cuarenta y tres, llena de experiencias de todo tipo, sentimentales y artísticas, Ruth Gabriel ha aprendido bien el papel de madre, desde que con veintiséis tuvo a su primer hijo y luego a un segundo. La relacionaron con el ex de Simoneta Gómez-Acebo, el que hasta no hace mucho presidía la SGAE, aunque ambos sólo admiten ser todavía muy amigos. Que no se piense otra cosa, porque Ruth tiene un compañero con quien lleva un tiempo muy estable, el director Antonio Saura, hijo del gran realizador aragonés, Carlos. Ruth también ha producido algún documental, con guión propio. Como asimismo ha publicado dos libros de poesía haciéndole la competencia a u madre. Mujer muy activa, que continúa con su poderoso atractivo. Y con siempre ganas de superar contratiempos como actriz, con una filmografía de alrededor de quince títulos, que ella querría aumentarlos. Parece que será protagonista de Los asesinatos de Goya. De hecho, su último filme data de hace un par de años, "Zona hostil".

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