Rocío Crusset pasa mucho tiempo viajando en avión debido a su trabajo como modelo y aunque es el medio de transporte más seguro, cualquier susto se vive con terror. La hija de Mariló Montero y Carlos Herrera puso rumbo a Los Ángeles desde Nueva York, ciudad donde reside, cuando su avión chocó con algo que hizo que se rompiera el ala y diera un giro brusco.
Ella misma contó el horrible momento en sus redes sociales. "Por primera vez viví una experiencia muy angustiante. Iba a trabajar a Los Ángeles y, despegando, el avión chocó con algo. Se volcó y dio un giro brusco a velocidad de despegue. Lo que se te pasa por la cabeza en momentos así es terrible. Aterrizamos de emergencia y todo terminó bien. Gracias a Dios", dijo Rocío.
Por suerte, el incidente no fue a más. "Para los que preguntáis, ¡todo se quedó en un susto y todo está bien! Fue muy brusco y claramente pensaba que de ahí no salíamos. Pero quedarse con el miedo dentro no sirve de nada. A vivir", escribió para tranquilizar a sus seguidores, que le mandaron muchos mensajes preocupándose por ella.
Una vida en Nueva York
Hace siete años que Rocío Herrera se mudó a Nueva York y dejó apartados sus estudios de Administración y Dirección de Empresas para dedicarse por completo a los desfiles de moda. La joven tuvo que hacer muchos sacrificios y abandonar su cómoda vida en España para cumplir su sueño, aunque cada vez que el trabajo se lo permite vuelve a casa para disfrutar de su familia y amigos de toda la vida.