Esta semana, el rey Juan Carlos anunció su deseo de abandonar toda actividad institucional y retirarse de la vida pública a partir del 2 de junio, al cumplirse cinco años de la abdicación, según un comunicado oficial de la Zarzuela.
Pero... ¿hay una causa oculta que haya motivado esta súbita retirada? Esta semana, en un artículo en El Español, Pilar Urbano señalaba una serie de posibles razones y apuntaba a un inminente escándalo que habría motivado el adiós del rey emérito.
Ahí están, señalaba Urbano, las famosas "cintas de Corinna grabadas por el excomisario Villarejo", y que apuntan directamente a entramados económicos fuera de España. Existirían entonces ciertas cantidades de dinero que, de hacerlas intentado recuperar una vez desalojado como Rey, podrían haberle hecho incurrir en delito de blanqueo.
A ello se añadiría el hecho de Urdangarín, el "yerno encarcelado" y dispuesto por fin a tirar de la manta, o bien que "Corinna cantó".
También existen "asuntos de filiación", que se añadirían a las "tres demandas de paternidad" (la de Abert Solá, Ingrid Sartiau y una administrativa catalana) que ya tiene don Juan Carlos: la ley no protege a Juan Carlos todo lo que éste podría desear si una de estas u otra iniciativa similar progresase.
Cualquiera de estas hipótesis posibilitaría una "fotografía ruinosa" que sentaría todavía peor a la monarquía que la de Cristina sentándose en el banquillo hace unos años por el Caso Nóos. Y si a ello se añade el "limitado" sueldo impuesto por don Felipe al Rey emérito... "En términos económicos y afectivos recibe muy poco para tener que depender de las líneas rojas y normas de conducta marcadas por la Casa Real", escribe Urbano.
Así pues, hay varias hipótesis: las demandas de paternidad, Corinna y Villarejo, y aún otra más: "Que no soporta a Sofía, y eso es seguro", aseguró en esRadio Federico Jiménez Losantos, desmintiendo de paso cualquier hipótesis que señalase una posible recuperación de este matrimonio.
Al final, según el director de Es la mañana de Federico, pesa el hecho de que Juan Carlos "tiene 82 años y no tiene ganas. Quiere vivir". Por tanto, sería determinante su carácter personal más que un escándalo inminente.
"Un acto oficial del Rey es un peñazo. Te vienen 300 agricultores y tienes que saludar a los 300, y él que tiene una memoria enfermiza... y se acuerda de todos. Como es un profesional, lo dice y les hace llorar de emoción. Ahora quiere disfrutar de la pasta que tenga, ir a los toros, comer y beber".
El rey Juan Carlos no ha programado ningún acto oficial más antes de su retirada de la vida pública el próximo 2 de junio, pero en esa misma jornada presidirá una corrida de toros en la localidad madrileña de Aranjuez. El rey, gran aficionado a los toros, se situará en el palco real de la plaza y es probable que le acompañen la infanta Elena y sus dos hijos, Felipe Juan Froilán y Victoria Federica, aunque, según los organizadores de este evento, aún no está confirmada su asistencia. El cartel de la corrida está formado por Morante de la Puebla, el Juli y José María Manzanares.