Pedro Sánchez ya está, desde el pasado viernes, de vacaciones en el Palacio de Marismillas de Doñana. A 44 días de que se agote el plazo para la investidura, el presidente del Gobierno en funciones se ha tomado días libres junto a su esposa Begoña Gómez y sus dos hijas.
Sánchez llegó a Doñana a través de Sanlúcar de Barrameda, saltándose los actos conmemorativos de los 500 años de la primera Vuelta al Mundo, en Sevilla.
Una ausencia que ha reportado no pocas críticas, como las del diputado de Cs en el Parlament Nacho Martín Blanco, que ha criticado que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, se haya ido de vacaciones "sin haber dejado resuelta la gobernabilidad de España".
"Sánchez tiene la responsabilidad de intentar conformar un gobierno con sus socios prioritarios, que son los populistas de Podemos y los separatistas de toda índole que hay en españa, y sin embargo ha preferido irse de vacaciones y no dejar atada la formación de gobierno", ha denunciado Martín Blanco.
El palacio de Las Marismillas llevaba preparado cerca de un mes por si, como al final ha sucedido, Sánchez decidía pasar unos días de descanso en plenas negociaciones, informa El País.
Las Marismillas ha sido una residencia de verano habitual de los presidentes del Gobierno desde la época de Felipe González, que "inauguró" el palacio con esta finalidad allá por el año 1986.