Paula Echevarría cerró su semana de alfombras rojas en la gran noche de los Premios GQ. La actriz acudió acompañada de su inseparable Miguel Torres a un acto donde tenía un papel muy especial.
La protagonista de Velvet fue la encargada de entregar, junto a Amaia Salamanca, el Premio GQ Mejor Actor Nacional a Miguel Ángel Silvestre, "un amigo al que quiero mucho y estoy muy feliz de todo lo que le está pasando".
Ilusionada por este reconocimiento a su compañero, la ex de David Bustamante zanjó definitivamente los rumores sobre la supuesta infidelidad que cometió con Miguel Ángel durante el rodaje de Velvet.
"Son ridículos, además, llegan tarde. Me molesta la mentira, aunque sea la cosa más tonta", dijo evidentemente furiosa por la polvareda levantada.
Las palabras de Kiko Matamoros en Sálvame fueron enigmáticas, pero a la vez no dejaban lugar a dudas: "Los intereses de las marcas y las cadenas de televisión" evitaron que la relación extramatrimonial saliese a la luz. "No interesaba a las marcas publicitarias que patrocinan a esta señora, ni a las cadenas de televisión donde trabajaba esta señora y el otro señor".
Un señor que era, paradójicamente, el mismo Miguel Ángel Silvestre al que Paula entregó e l premio. "Se habló mucho sobre aquella posible relación durante un receso de la grabación de la serie. Se publicaron algunas portadas de revista", amplió en su momento el periodista Jesús Manuel en el mismo programa televisivo.
Miguel Ángel, por su parte, declaró al respecto que "el único beso que nos hemos dado ha sido con un guión delante", destacando su tremenda amistad con la actriz asturiana.
Mientras tanto, la relación de Paula con el futbolista Miguel Torres sigue viento en popa, e incluso se hay rumores de boda.