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El giro radical que dio Ernesto Alterio con Ella Jazz, rompiendo con toda su vida previa

Ernesto Alterio cumple 50 años este 25 de septiembre. Hace solo dos dio un giro radical a su vida.

Ernesto Alterio cumple 50 años este 25 de septiembre. Hace solo dos dio un giro radical a su vida.
Ernesto Alterio y Ella Jazz. | Gtres

Ha conseguido Ernesto Alterio, a fuerza de mucho estudio, tesón, trabajo, crearse una justa reputación como actor, preferentemente en el cine, aunque no haya desdeñado ni el teatro y la televisión. Su biografía, ahora que cumple 50 años este 25 de septiembre, reúne episodios anecdóticos interesantes y, en el aspecto sentimental, una relación que le duró quince años con la actriz colombiana Juana Acosta, con quien tiene una hija que adora, Lola, que va a clases de teatro y seguirá la saga familiar artística de los Alterio.

No ha olvidado aquel día lluvioso, lleno de tristeza, cuando pisó las calles de Madrid por vez primera, de la mano de su madre, junto a la pequeña Malena, su hermana, y el progenitor, Héctor Alterio, al que había amenazado la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina), grupo paramilitar de extrema derecha. No tenía el gran actor Héctor Alterio, desde luego enemigo de la feroz dictadura, vinculación alguna con grupos políticos de manera activa, pero estaba en una lista de diez actores en aquel funesto año 1974, sobre los que pendía esta declaración: "Serán ejecutados cuando los encontremos". Se hallaba Héctor en el Festival de San Sebastián presentando su última película, La tregua, melodrama que causó excelente acogida. Estuve como enviado especial en aquel certamen, donde nos enteramos de que a Héctor le esperaba ser detenido si regresaba a Buenos Aires. Se vino a Madrid, llamó a su familia y se instalaron en una pensión en el número 30 de la calle de Bravo Murillo. Ernesto contaba cuatro años y su padre le decía que no se asomara a las ventanas: la precaución era poca en su mente, todavía afectado por cuanto había vivido en su país.

A Ernesto sus padres lo inscribieron también con el nombre de Federico, en recuerdo del Ché Guevara y de Federico García Lorca. Conforme transcurría su primera juventud pensó estudiar Biología, deseo que trastocó por la carrera de Historia, en la que se matriculó. Para ir ayudando a la estrecha economía familiar se ganaba unos duros en el pasaje del terror de un parque de atracciones madrileño, también como payaso animador de fiestas infantiles, empleado en una hamburguesería, de la que lo echaron el día que faltó, sin excusarse, para ir a un ensayo en una compañía de teatro.

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Ernesto Alterio y Juana Acosta | Cordon Press

Demos el salto a su carrera en el cine donde, a partir de Días de fútbol se ganó una muy celebrada popularidad. En su haber, de su amplia filmografía se cuentan otros éxitos: Los años bárbaros, El cuarteto de La Habana, El otro lado de la cama… Con su padre sólo ha coincidido en un cortometraje. Lo admira, lo respeta. Lo mismo que a su madre, que es psicoanalista. Por cierto que, como buen argentino, Ernesto lleva bastante tiempo asistiendo a sesiones con su psiquiatra.

En el año 2003, con treinta y tres años, Ernesto Alterio se enamoró de la actriz colombiana, ya citada al principio, Juana Acosta. Formaron una pareja muy unida, aunque nunca llegaran al matrimonio. Fueron protagonistas de la película Perfectos desconocidos. Quince años después de su convivencia dieron por finalizada su relación, que tan equilibrada, estable, parecía. Ambos sufrieron aquella ruptura, que procuraron soportar con sentido común, sin tirarse los trastos a la cabeza. Juana Acosta se emparejó después con el arquitecto Oliver Sancho, volvió a tener otro desengaño amoroso y se fue con un financiero francés, Charles Alazet, con el que también ha roto recientemente.

Por su parte, Ernesto Alterio tiene desde hace dos años una novia llamada Ella Jazz, actriz todavía en ciernes, de breve carrera, con la que parece ha encontrado su media naranja, al menos por ahora. No es Ernesto un tipo que vaya por la vida de galanteador constante. Eso sí: mantiene siempre un carácter afable, de educadas maneras. Aparte de su contrastada capacidad como actor, toca el piano, pinta, baila, y ha sabido ser un digno sucesor del extraordinario Héctor Alterio, lo mismo que su hermana Malena.

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