Anabel Pantoja, siempre navegando a dos aguas en las turbulencias de la familia más famosa de España, ha pasado un día junto a sus sobrinos, los hijos de Kiko Rivera, en lo que seguramente muchos vean como una puñalada a la tonadillera, que ha cortado el contacto con éste y su entorno tras las acusaciones sobre Cantora.
Anabel ha compartido una fotografía en redes sociales jugando con los niños en una piscina, revelando esta inesperada reunión familiar. "Sin creérmelo", dice ella misma, acompañando la frase de unos corazones.
En la imagen no aparecen ni Kiko ni Jessica Bueno, que hay que asumir estaban detrás de la cámara en esta visita de Anabel Pantoja a la casa de la pareja en Huelva. La colaboradora de Sálvame, en todo caso, consuma así un acercamiento en medio de este cruce de declaraciones que ocasionalmente también le ha afectado a ella.
La visita tiene lugar la misma semana que se extiende el rumor de la venta de Cantora por diez millones de euros a una empresa de energía eólica, extremo sobre el que ninguno de los implicados se ha pronunciado hasta ahora.