La crónica rosa de Es la mañana de Federico contó con Beatriz Cortázar y Daniel Carande para abordar todos los temas de la actualidad social. Incluyendo la verdadera tormenta mediática que ha caído sobre Ortega Cano y la familia Mohedano en vísperas del documental protagonizado por Rocío Carrasco, en el que presumiblemente arremeterá contra ellos, pero también la petición de la revisión de la herencia de Rocío Jurado a manos de sus hijos, Gloria Camila y José Fernando.
Los dos jóvenes, hijos adoptivos de la más grande, recibieron solo la legítima de su madre en las últimas voluntades, y ahora, quince años después de su desaparición, se disponen a solicitar una revisión de la misma. Una herencia que en realidad ya fue revisada en su momento porque entendieron que una parte de las tasaciones y valoraciones de los bienes heredados era inadecuada y descompensaba a la legítima, lo que perjudicaba a los dos hijos menores de Rocío.
Ahora todos se encuentran a la espera de que se apruebe este proceso, dado que en su momento tanto Gloria Camila como José Fernando eran menores y se actuó en su nombre y ahora "ellos pueden pedirlo". En todo caso, y tal y como consideró la periodista en esRadio, lo único cierto es que quince años después "la herencia de Rocío Jurado sigue dando de qué hablar".
Una herencia en la que, de todas formas, la cantante lo dejó todo muy pensado y bien atado, demostrando que su carácter fue siempre el de "defender a todos y pensar en todos, incluso a su ahijado le dejó una nave". "Rocío entendió que tenía tres hijos pero dos tenían un padre vivo y con patrimonio. Porque, además, entonces le iban bien las cosas a Ortega Cano. Rocío Carrasco, sin embargo, de su padre Pedro Carrasco no heredó nada salvo ese piso en el Paseo de la Habana que habitó Raquel Mosquera hasta que se le dijo que tenía que salir. Ese testamento es la mejor muestra de cómo era Rocío con su familia, porque a todos los protegió, quiso dar a todos. Ella sabía que era la gran vaca de la familia y todos dependían de ella de una manera u otra", explicó Beatriz Cortázar en Es la mañana de Federico.
Respecto a los famosos documentos de Rocío Jurado en los que se basará parte del testimonio de su hija en la próxima docuserie, esos mismos que tendrían a Ortega Cano temeroso y en guardia con sus abogados, Cortázar explicó que Rocío "escribía cosas, más que diarios. Letras de canciones, incluso. Tenía sus momentos creativos, era una artista, y tenia cosas escritas que no sé por qué no lo vieron entonces".
De modo que esos textos se ignoraron por, precisamente, estar demasiado afectados por la temprana desaparición de Rocío. "Gente cercana me dijo que esos papeles estaban allí y todo eso se guardó, como tantas cosas que guardas en cajas, sin ánimo para abrirlos. Lo almacenaron esperando con los años ver los recuerdos, tener ganas de reorganizar o colocar. Y aparece, ojo, la sorpresa de unos papeles que no habías dado importancia y que eran confesiones, pensamientos y hasta letras de canciones". Tal y como apunto Daniel Carande, hasta "una maqueta cantando juntas madre e hija".
Y es que, efectivamente, "Ortega está mosqueado. Se está diciendo de todo sin decir. Y lo estamos escuchando. Le va a afectar, no va a quedar un retrato bonito, y lo sabe, y está moviendo, y ayer estuvo hablando con su abogado y quieren pedir medidas cautelares para que esto no se emita hasta que un juez decida si se puede emitir y si vulnera los derechos de Ortega Cano", explicó la periodista en esRadio.