Isabel Pantoja ha decidido desheredar a sus hijos Kiko Rivera y Chabelita y dejar toda su masa hereditaria a su hermano Agustín Pantoja. Un movimiento inesperado que, sin embargo, no es de extrañar, ya que la relación madre e hijos se ha deteriorado en los últimos años. La tonadillera se reunió con un notario de Medina-Sidonia (Cádiz), para rectificar su testamento inicial, tal y como adelantó Gema López en Sálvame.
"Hay un argumento que ella ha dejado por escrito y que avala el Código Civil, que sería el maltrato psicológico al que se ha visto sometida", dijo la colaboradora de televisión. Además, "en el caso de su hijo, Kiko Rivera, las injurias son graves, continuadas y con publicidad", añadió. La noticia supone una auténtica revolución en Cantora, sobre todo tras la visita de Chabelita a su madre el pasado miércoles. La joven abandonó la casa de su madre visiblemente afectada y bajo un intenso aguacero.
Si se arrepintiera, Kiko Rivera podría reunirse con su madre para redactar un nuevo testamento ante notario, pero según Gema López, "para eso sería necesario que Kiko, ante ese mismo notario, pidiera perdón por escrito a su madre". En el caso de que no lleguen a un acuerdo y Kiko no quiera pedir perdón, podrían recurrir al testamento de su madre una vez que ella ya haya fallecido.
"Serían sus hijos los que tienen que recurrir ese testamento y eso implicaría una batalla legal con el heredero, Agustín Pantoja, que tendría que demostrar que efectivamente ha existido ese maltrato psicológicos y esas injurias graves y justificadas", añadió.
Mucho no debe importarle a Kiko Rivera, que durante el último año ha humillado públicamente a su madre, ha tratado de vender su parte de Cantora para echarla de casa y ha asegurado que no forma parte de su familia. Entre sus frases más demoledoras están: "mi madre estaría mejor en la cárcel que en Cantora"; "mi madre es mala persona"; "prefiero morirme sin abrazar a mi madre" o "mi madre se ha vendido como viuda de España toda su puta vida".
