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La vida privada de los hermanos Calatrava, 70 años después de su debut

Los míticos hermanos Calatrava han sido homenajeados en Tarragona.

Los míticos hermanos Calatrava han sido homenajeados en Tarragona.
Los hermanos Calatrava | Archivo

Han homenajeado estos días, cuando se cumplen setenta años de su debut como cómicos, a los hermanos Calatrava, en la localidad de Salou (Tarragona), no en vano fue en Cataluña donde iniciaron su carrera artística y fijaron su residencia. Un dúo humorístico en el que Manolo era conocido como "el guapo" y Paco era "el feo". Sosias español, por cierto, de Mick Jagger, por su cierto parecido físico a causa de su boca grande, lo que él aprovechaba para gesticular constantemente ante las cámaras. Llegó en un programa de televisión a ser verdaderamente confundido con el líder de los Rolling Stones, como también al pasear por las calles en distintas ocasiones con su propio ánimo de que lo tomaran por el cantante británico.

Protagonistas de ocho películas, vendieron una ingente cantidad de las llamadas cassettes, con las que se forraron sus editores, amén de sus vinilos, actuaciones teatrales y giras por toda España. Así estuvieron desde la década de los 50 hasta fechas recientes. De lo que se sabe poco es de las vidas sentimentales de ambos, que no quisieron revelarla públicamente.

El mayor es Manolo, de atractiva figura. Paco exageraba su fisonomía y no le molestaba ser conocido como "el feo". Su humor, que la crítica lo calificaba de casposo, llegó a capas sociales sencillas, un público que se reía con sus ocurrencias y sobre todo con las adaptaciones cómicas y disparatadas de canciones de actualidad. Pareja que venía a ser un poco como la que formaron en su misma época en el cine Dean Martin y Jerry Lewis. Una visión como la que en el circo siempre hubo entre el clown y el augusto. Y en cierto modo la que en época más cercana ha mantenido otro dúo, de dos hermanos, chico y chica, simulando ser pareja en permanente estado de confrontación, conocida como Pimpinela. Con las diferencias, por supuesto, que se quieran.

Manuel y Francisco García Lozano nacieron en Villanueva de la Serena aunque su infancia y parte de adolescencia transcurrió en la capital pacense. De padre militar (que dejó la carrera para regentar un bar y madre profesora de música) primero actuaron como hermanos Lozano y después, definitivamente, tomando prestado el segundo apellido paterno como hermanos Calatrava. El primogénito vino al mundo en 1939 y el menor, tres años más tarde. Su afición artística los llevó, casi en época escolar, a ir representando por pueblos extremeños obritas de argumentos religiosos: San Tarsicio, El niño mártir de México… Iban recorriendo aquellos parajes a bordo de los que entonces se conocían como autobuses de gasógeno, en tiempos de la postguerra. Jugaban en la calle con niños gitanos, algunos de los cuáles luego serían muy populares, Los Chunguitos. En ese tiempo luego de actuaciones en espectáculos de variedades coincidieron con María Otilia Pulgarín, que terminó dándose a conocer como Rosa Morena, fallecida hace un par de años. La radio fue el trampolín para darse a conocer en toda España, a partir de su debut en un programa de Bobby Deglané, Cabalgata Fin de Semana, donde los hermanos Calatrava tomaron parte con una conexión desde los estudios de Radio Badajoz.

En el hogar de los Lozano-Calatrava no sobraba el dinero. Como en tantas familias de la época se imponía emigrar, sobre todo a Barcelona. Primero, se fue Manolo, luego Paco, lo que nos recuerda el mismo itinerario que unos años después hizo Manolo Escobar y sus hermanos. Se establecieron aquellos en Hospitalet de Llobregat y tuvieron que ganarse la vida como pudieron, uno en una fábrica de producto químicos (justo lo que hizo asimismo el mentado creador de "¡Y viva España!") y el otro de mecánico. Y su primera actuación en un escenario catalán se produjo en la localidad de Horta, en un homenaje al popular actor Paco Martínez Soria. Los Calatrava cobraron cien pesetas, mas hubieron que descontar lo que les costó el taxi de ida y vuelta: setenta pesetas.

Las intervenciones cómicas en el programa de gran audiencia en Cataluña de La comarca nos visita, en Radio Barcelona, les proporcionaron cierta popularidad, hacia 1952. Fueron de los primeros artistas en actuar en los viejos estudios de Televisión Española cuando emitía en blanco y negro desde Montjuic. Como hubieron de examinarse para el entonces obligatorio carné del Sindicato de Artistas, lo obtuvieron sin problemas, donde figuraban que eran "cómicos musicales", puesto que representaban sketchs y cantaban. Pero Paco aún no hacía de "tonto", por así decirlo; ello surgió el día que se quedó afónico, lo que produjo en el respetable la risa; entonces los hermanos descubrieron el filón para su futuro: Manolo, con su voz muy afinada, de tono grave, sería el serio, y el menor, haría de gracioso, exagerando al máximo las parodias del dúo, éste siempre con su boca abierta todo lo que le daba de sí.

Sería ya avanzado el decenio de los 60 cuando la popularidad de los Calatrava se extendió por todos los rincones de España, a través de la televisión, lo que les posibilitaba en seguida actuar en ferias y acontecimientos festivos; curiosamente era en Extremadura, la tierra de sus raíces, donde menos los contrataban. Vivían ya confortablemente en Mataró con un bien ganado dinero. Ayudaron a los suyos. Nunca abjuraron de su modesto pasado. Siempre fueron sencillos y afables, como comprobé en un almuerzo a su lado. Ya en tiempos de la democracia, a Manolo lo convencieron para ser concejal en el ayuntamiento de Calafell, cuando el PSOE estuvo cuatro años en la oposición, pero él permaneció en un grupo independiente. Y como quiera que habían alcanzado un "buen pasar", poco a poco fueron menguando sus actuaciones; también porque su humor iba desgastándose con los nuevos tiempos. Ambos hermanos confesaban que la censura los multó en más de una ocasión: los censores vigilaban los guiones y si se propasaban improvisando ciertas frases socio-políticas, les caía el aviso. Cuando pudieron, presumían de haber hecho crítica social en sus actuaciones. Pero, para entendernos, su fiel parroquia los prefería cuando hacían versiones musicales de temas de artistas del momento. Por ejemplo, aseguran que la suya del "La, la, la" de Massiel salió al mercado antes de la original de ésta. Y que Julio Iglesias los tenía proscritos y ni siquiera se puso al teléfono cuando un día Manolo trató de saludarlo. En cambio, con Peret se llevaron estupendamente; eran por cierto vecinos suyos en la localidad de Mataró. Y no se enfadaba como Julio cuando escuchaba alguna de sus imitaciones.

Siendo los hermanos Calatrava tan populares no eran asiduos protagonistas de la prensa rosa. Puede que porque "escondían" al público su vida sentimental. Sólo hemos podido averiguar que Manolo se casó con una mujer oriunda de Jaén y que Paco también contrajo matrimonio y fue padre ya en edad madura. Jubilados, ambos siguen manteniendo una buena relación y no tienen nostalgia de su feliz pasado. Criticados o no por su humor tan de gente de la calle, ambos coinciden en que hicieron muy felices a varias generaciones de españoles.

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