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El cuento que María Zurita ha publicado para explicar a su hijo que "no tiene padre"

María Zurita dio a luz a su hijo por fecundación "in vitro".

María Zurita dio a luz a su hijo por fecundación "in vitro".
María Zurita | Cordon Press

Prima hermana de Felipe VI, María Zurita demostró una valentía extraordinaria cuando decidió dar a luz su primer hijo mediante un embarazo con donante anónimo, por fecundación "in vitro". Lo había intentado ya tiempo atrás. Y en esta ocasión definitiva, el ginecólogo que la atendía detectó que la gestante y el bebé corrían peligro de muerte. Pudo ella haber tomado otra determinación, insistió que deseaba ser madre, y por fin lo consiguió, luchando a lo largo de tres meses. El niño vino al mundo de forma prematura, por un desprendimiento de placenta. Admite María Zurita que sufrió muchísimo. Y todo cuanto aconteció antes y después de tener a Carlitos entre sus brazos lo ha contado en un precioso libro, "Mi mamá y yo somos una familia feliz". No le fue fácil encontrar editorial, siendo quién es y los apellidos que lleva, hasta que tras un año de búsqueda, halló a la que le interesó el original. Nació el pequeño el 28 de abril de 2018 y ese relato aparecería en las librerías justo casi cinco años más tarde, el pasado 12 de abril de 2023. Con buenas perspectivas de ventas hasta el momento.

Refiere María Zurita lo que sigue: "Es el cuento que escribí mentalmente para mi hijo Carlos, explicándole que no tiene padre. Quería que tuviera una historia a la que agarrarse y tener como recuerdo". Es un niño rubio, gracioso, inteligente a su corta edad, que ha alegrado la vida de su maravillosa mamá, de cuarenta y siete años.

María nació en Madrid el dieciséis de octubre de 1975, hija del doctor Carlos Zurita y la infanta Margarita de Borbón, duques de Soria. Sus padres contrajeron matrimonio en Estoril en 1972. Unos meses antes tuve la satisfacción periodística de estar presente en "Villa Giralda", residencia entonces, durante bastantes años, de don Juan de Borbón y doña María, con ocasión de la petición de mano de los padres del doctor Carlos Zurita. Presentes se hallaban los Príncipes de España, don Juan Carlos y doña Sofía. Cuando establecí diálogo con la novia, doña Margarita me rogó lo siguiente: "Desearía que cuando publique usted el reportaje y me cite diga que soy hija de don Juan". Asentí, en la creencia para mí que eso no iba a ser posible. Faltaban desde luego unos cuantos meses antes de la muerte de Franco, pero en la prensa española hacía tiempo que el nombre del hijo de Alfonso XIII, don Juan, estaba prohibido citarlo.

El matrimonio entre el doctor y la infanta ha sido muy feliz. El doctor Zurita, hijo de un eminente médico también, ha sabido siempre cuidar a su encantadora esposa quien, sabido es, carece de visión. Doña Margarita de Borbón es mujer de gran franqueza, acento medio castizo, campechana a más no poder. Cuando pasea se le acercan personas anónimas que la saludan con cariño, a lo que ella reacciona con absoluta espontaneidad. He sido testigo varias veces de esos encuentros. Padres de dos hijos, María y Alfonso. El varón, investigador y escritor. María, traductora, trabaja en una empresa de idiomas: habla seis.

Perteneciendo a la familia de los Reyes, nunca, siguiendo el ejemplo de sus padres, María Zurita ha dado señales en público de signos externos de autosuficiencia. Modesta como sus padres, quienes igualmente jamás han alardeado de quienes son, salvo para sentirse por supuesto orgullosos de sus ancestros, algo natural. Si María pertenece a la Grandeza de España, no lo parece, si es así, dada su sencillez. Muy trabajadora, presidió durante tres años la Asociación de Jóvenes Empresarios de Madrid. Y como ha tenido siempre los pies en el suelo le ha gustado siempre comunicarse con los demás, sin tener en cuenta su posición o clase social, procurando participar de situaciones comunes a todo el mundo o, al menos, que no sean las más exclusivas de quien como ella tiene un parentesco tan directo con el Rey de España. Como ejemplo, baste decir que se divirtió muchísimo cuando participó en el programa Mask Singer, en su segunda edición, donde apareció disfrazada de dragona. Asimismo tomó parte en Master Cheff y en Pasapalabra, dos de los espacios televisivos de mayor audiencia. Su paso por todos ellos le granjeó la natural simpatía.

En su niñez y adolescencia se dio la circunstancia, pese al rango familiar, que heredaba ropas de sus primas, las infantas Elena y Cristina. Y es que, volviendo a su madre, doña Margarita, recibía lecciones para no derrochar y sí servirse, como en ese caso, de vestidos de segunda mano, sin que ello le pudiera suponer rechazo alguno. Excelente manera de impartir consejos prácticos. Luego, de mayor, María Zurita ha sabido adaptarse a circunstancias como la de residir junto a sus padres y hermano en el piso familiar cercano a la madrileña calle de Serrano, donde se ha vivido siempre sin excesivos lujos. Baste apuntar que ya jubilado, su padre, el doctor Carlos Zurita, aporta su pensión para atender los gastos de la casa, al carecer de otra asignación del Estado. María, cuando ha vivido con los suyos, también contribuyó con su sueldo a la economía de su clan. Después de independizarse en un apartamento, regresó al piso de sus progenitores, un tanto preocupada porque había sido objeto de un robo.

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María Zurita | Cordon Press

Nada de lo referido supone en modo alguno que no estén muy cercanos los Zurita a cuantos acontecimientos familiares se han sucedido y ocurren en el palacio de la Zarzuela. Corrió la especie de que cuando María anunció a los hoy Reyes eméritos que iba a tener un niño por inseminación artificial, podía ser objeto de alguna reconvención o disgusto. Nada de eso. La felicitaron. Y don Juan Carlos aceptó ante su sobrina que sería muy gustosamente padrino del bebé que esperaba. Estaba al corriente de tanto como ella deseaba ser madre: "Tuve siete intentos de serlo – confesaba- y una vez a punto de morir por ello". María siempre se llevó estupendamente con sus primos, al punto que en la boda de la infanta doña Elena ofició de dama de honor.

Por cierto, continuando con lo antedicho acerca de cuestiones económicas: María tuvo que solicitar varios préstamos bancarios para hacer frente a cuanto le supuso desembolsar por ese proceso genético en el hospital donde fue atendida. "Carísimo", comentó ella. Pero valió la pena. Y es que la rutina diaria en su trabajo de traductora ha desembocado desde que tiene a su hijo Carlitos en nuevas ilusiones y tareas, pendiente de su alimentación, crecimiento, educación… Lo propio de una atentísima mamá. Con el "peque" juega, le va enseñando palabras de distintos idiomas. Y alrededor, siempre está un perro teckel llamado Zeta, que es la alegría de los dos. Entre los muchos regalos que el rubito tiene en su habitación está un oso de peluche, que en su día, los primeros hijos de Julio Iglesias regalaron a doña Margarita de Borbón. Resulta que, apretando el muñeco, se escucha una voz metálica: "Te queremos…", lo que hace mucha ilusión a Carlitos.

María Zurita no ha pensado en casarse. Ha confesado esto: "Me han pedido matrimonio tres veces". Pero se ha negado a dejar su soltería, sin explicar alguna razón. Ello no quita para que tiempo atrás se la relacionara sentimentalmente con varios posibles pretendientes: Jorge Urbiola, que fuera ayudante personal de José María Aznar; el actor Xavier Deltell; y el diseñador Javier Larraínzar. Al respecto, ella también ha dicho lo que sigue: "No dispongo de tiempo para el amor y desde luego no tengo tampoco ligues". Y mucho menos ahora que casi la mayor parte de su tiempo libre lo ocupa Carlitos, ese hijo por el que tanto luchó para tenerlo.

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