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Óscar Casas lleva un año con su nueva novia y los muchos kilos que ha engordado

El hermano de Mario Casas, Óscar, se prepara para seguir los pasos de su hermano.

El hermano de Mario Casas, Óscar, se prepara para seguir los pasos de su hermano.
Candela González y Óscar Casas. | Cordon Press

Si Mario Casas se convirtió en uno de los más reconocidos galanes del cine y la televisión, no le anda a la zaga su hermano menor Óscar, quien protagoniza una serie de televisión que le ha obligado a engordar de una tacada bastantes kilos, pero no la barbaridad de setenta y cuatro que le ha adjudicado un medio de comunicación. Pongamos que pesara antes de ese cambio setenta kilos y si le añadimos esos equivocados setenta y cuatro el galán aparecería como un monstruo de la pantalla. La serie está pendiente de su estreno todavía sin fecha programada. En cuanto a su vida íntima, lleva algo más de un año con nueva novia, a la que conoció precisamente gracias a su muy popular hermano Mario.

Óscar Casas tiene ahora veintiséis años, nacido en Barcelona, que ya con seis años participaba en anuncios y progresivamente en series de televisión y películas. En la titulada Fuga de cerebros, por ejemplo, era el hermano menor del protagonista interpretado precisamente por Mario, con quien volvió a coincidir en el reparto de la serie Instinto. No se crea que se ha apoyado siempre en la notoriedad de Mario, pues tiene su propia personalidad y mucho amor propio. Lo que ocurre es que el clan de los Casas, que son cinco hermanos, se han apoyado habitualmente. Y así, el menor, Christian, también tomó parte, junto a Óscar, el año 2005, en la serie Abuela de verano.

Óscar Casas ha intervenido en películas de éxito, como El orfanato, donde lo contrataron para ser el niño que se escondía llevando un saco en la cabeza, llamado en la ficción Tomás Expósito. Y luego, en la pequeña pantalla, también tuvo la satisfacción de aparecer en Cuéntame cómo pasó y sobre todo Águila roja.

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Con Candela González | Archivo

Modelo, actor, lleva una carrera espectacular desde hace una veintena de años. Su último trabajo ha sido en El gran salto, serie de cinco episodios, que es donde no tuvo más remedio que engordar. Allí ha dado vida a un deportista, catalán, con una vida tan apasionante como dramática. Un personaje real, llamado Gervasio Defer Ángel, hijo de un matrimonio que emigró a España huyendo de la tiránica dictadura argentina de 1976. Instalados en Premiá de Mar (Barcelona), allí nació el futuro gran deportista, gimnasta que fue bicampeón olímpico en salto de potro en Sidney 2000, y lo mismo en Atenas 2004, para ser asimismo subcampeón olímpico de suelo en Pekín 2008. Lo llamaban Gervi, apócope de su apelativo. Había debutado en 1997, retirándose en 2011. Pero los últimos años de su vida deportiva fueron terribles y ya no pudo subirse a ese podio de los grandes ganadores. Ahora tiene cuarenta y tres años.

Dictó su autobiografía en 2022, con el título El gran salto, el mismo utilizado ahora en la serie protagonizada por Óscar Casas. Confesó aquel: "Mi vida ha sido como una montaña rusa". Y todo por caer en el proceloso mundo del alcohol y las drogas. Lo desposeyeron de los títulos obtenidos entre 2002 y 2003, por consumo de cannabis. Y, a partir de entonces, no hizo otra cosa diariamente que engolfarse y tomar substancias que lo llevaron a la adicción. Cayó en una sima depresiva. Menos mal que las autoridades deportivas lo ayudaron. Ingresado en un centro de rehabilitación, dejó poco a poco esa drogodependencia y a los diez meses pudo salir a la calle completamente recuperado, en buena parte por su superación personal. Abrió un club de gimnasia deportiva artística en el barrio barcelonés de La Mina, en San Adrián del Besós, para niños de familias sin recursos económicos.

Esa vida de éxitos deportivos internacionales y la otra cara de la moneda en su época destructiva, es la que ha tenido que representar Óscar Casas. Un duro papel el suyo, del que se encuentra muy satisfecho, pese a los esfuerzos que ha tenido que desarrollar. Contó con un doble, especialista para las secuencias complicadas. Piénsese que Gervasio Defer fue un gimnasta de élite. Óscar procuró, no obstante, ser a veces él mismo quien incorporó ante las cámaras pruebas difíciles, con riesgo.

Desde jovencito ha sido blanco de las miradas femeninas. Un rompecorazones. La novia que más tiempo le duró fue Begoña Vargas, entre los años 2018 y 2021. Rota la pareja, al joven no le faltó después compañía femenina. Y en 2022 su hermano Mario le presentó a la que iba a ser su compañera coprotagonista de la película que aquel iba a dirigir, que fue su afortunado debut tras las cámaras: Mi soledad tiene alas. De la historia amorosa entre Óscar y su pareja de cine, Candela González, surgió paralelamente una real. Ambos iniciaron una apasionada relación. Óscar, en cuanto consideró el momento apropiado, anunció a la prensa su noviazgo con la mujer de la que continúa enamorado hasta las cachas: una malagueña guapísima, nacida en 1998, que además de actriz es cantante de rap y trap. Sin planes de boda por el momento, prosiguen su relación en esta primavera. Para ellos, tiempo de felicidad.

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