Es uno de los más esquivos actores de fama mundial que se resiste a conceder entrevistas a la prensa, de igual modo que no suele hacer acto de presencia en galas o fiestas de sociedad. Por eso mismo resulta noticiable que en vísperas de cumplir su medio siglo de vida (la fecha era el día 11 de noviembre, lunes, dos días antes al ser sábado y así facilitar la presencia de sus invitados), apareciera durante una gran fiesta en una residencia de Hollywood. Allí, el centro más cinematográfico, en Los Ángeles, fue donde nació. No es que diera facilidades a los reporteros, pero algunos, o tal vez uno de los presentes en la reunión, obtuvieron imágenes del rubio galán, siquiera lejanas, oscuras. Suficientes al menos para columbrarlo con su habitual gorra. No con gafas oscuras como cuando ha de salir al exterior. Lo extraordinario de esas escasas imágenes es que se le ve llorando. Imaginamos que de emoción al sentirse rodeado de tantos amigos, la mayoría de ellos actores y directores cinematográficos. Llegado el momento más esperado de la noche, el veterano cantante invidente Stevie Wonder le cantó el "Cumpleaños feliz" en una interpretación original, diferente a la universalmente conocida.
De cuantas personas se hallaban rodeándolo, una, era la depositaria de las miradas de Leonardo: su actual novia, la modelo italiana Vittoria Ceretti, que trabaja para la firma Victoria´s Secret. La susodicha tiene veintiséis años y es morena, detalles significativos en esta relación. ¿Por qué? El actor siempre las ha preferido rubias y, además, que ninguna de sus parejas tuviera más de un cuarto de siglo. ¿Durará mucho tiempo a su lado? Conociéndolo, yo no apostaría nada por la estabilidad de estos enamorados. Las novias que ha tenido, muchas, han estado locas por el protagonista, y ha sido él quien ha acabado con ellas. ¿Razones? No entra en sus planes casarse nunca. ¿A qué se debe tal empeño? Muy probablemente a lo mucho que sufrió cuando sus padres se separaron.
Eran de condición modesta. Su progenitor dibujante de comics "underground". La vida, en resumen, le fue difícil en su infancia, lo marcó tanto que para Leonardo no existe la necesidad de firmar documento alguno que lo ate a una mujer.
Su biografía profesional comienza cuando a sus cinco años debutó en una serie de televisión, "Romper Room". Dejó de permanecer en ella porque le recomendaron que, a su corta edad, no era conveniente. No obstante, en los años siguientes no dejó de participar en anuncios, también en la pequeña pantalla. Tras algunas apariciones más en ese medio ya para el cine, a sus veintidós años, tuvo la gran ocasión de su vida al interpretar al joven Jack Dawson, viajero en el Titanic en tercera clase, que de un modo circunstancial se enamora de una guapa millonaria de la primera clase. Una bella historia sentimental en medio de la tragedia de aquel trasatlántico concebido como la última revolución de la industria marítima que, desgraciadamente, sucumbió por culpa de una montaña submarina de icebergs, causando la muerte de la mayor parte de sus pasajeros.
La película encumbró al joven Leonardo DiCaprio, convertido en tan poco tiempo de su carrera en un ídolo de la juventud. A partir de entonces, superando a tan temprana edad el constante acecho a su vida privada, por parte de la prensa y de sus propios admiradores, fue eligiendo con tacto sus posteriores trabajos. Ya no quiso trabajar más en televisión aun siendo allí donde empezó a actuar.
Hay que contar, antes de que en 1997 rodara Titanic, que Leonardo tuvo la suerte de que Robert de Niro lo eligiera entre cientos de aspirantes en unas pruebas para protagonizar en 1992 "Vida de este chico". No es que esa película fuera sensacional, pero le supuso entrar en el universo de Hollywood e ir poco a poco avanzando en su profesión.
Hay otro hombre importante, aparte de De Niro, que está unido al triunfo de DiCaprio. Es ni más ni menos que Martin Scorsese, ese legendario director que se niega a jubilarse, que le proporcionó a Leonardo tres películas que, junto a "Titanic", son las que puede asegurarse le han brindado de por vida una categoría de primer actor: "Gangs of New York", "El aviador" y "El lobo de Wall Street". Todas ellas son parte del mejor cine de los últimos cincuenta años. Sin que nos olvidemos de otros títulos protagonizados por DiCaprio: "Romeo y Julieta", "Atrápame si puedes" y "El renacido", que le proporcionó un Óscar en 2015.
La personalidad de Leonardo DiCaprio es la de un galán que, a sus cincuenta años recientes, no parece tenga esa edad. Es evidente que se cuide, aunque la naturaleza le haya favorecido también con un físico atractivo, nada común. Con un carácter firme. Es millonario, por supuesto. En cualquier caso, no se deja deslumbrar por ofertas que desestime de inmediato. Por ejemplo, no acepta participar en películas con argumentos de drogas o superhéroes. Díganme si no son esas las características tan habituales en el cine del presente. Pues DiCaprio no aparecerá en películas de ese jaez.
¿La fama? En una de las pocas declaraciones que se pudieron obtener de él, dado su mutismo ante la prensa, dijo: "No forma parte de mi vida". De lo que no abdica es de su pasión por las mujeres. Jovencitas todas. Él va cumpliendo años y elige a quienes podrían ser perfectamente sus hijas.