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Los detalles de la casa gallega que Julio Iglesias ha comprado sin ni siquiera visitar

Como contamos en primicia en Libertad Digital, Julio Iglesias y su mujer, Miranda Rynsburger, acaban de comprar una mansión en el Concello de Piñor.

Julio Iglesias. | Libertad digital

Pocos compradores pueden permitirse el lujo de adquirir una casa sin visitarla antes. Pero cuando hay dinero, empeño y un buen amigo con capacidad de ojear y decidir, todo es más fácil. Julio Iglesias tiene las tres cosas. Su fortuna es importante, su amor por Galicia evidente y además cuenta con los servicios de un antiguo compañero de la infancia que le ha ayudado a cumplir su sueño.

El jardín de la espectacular casa.

O mejor dicho, el sueño de su padre, el doctor Iglesias Puga. Como contamos en primicia en Libertad Digital, Julio Iglesias y su mujer, Miranda Rynsburger, acaban de comprar una mansión en el Concello de Piñor, una localidad orensana situada a apenas treinta kilómetros de la capital. Se trata de la tierra en la que nació su padre y en la que él pasó algunos de los mejores veranos de su infanciaida. La casa se llama Santa Lucía y ahora está ocupada por Toncho, este amigo fiel encargado de la compra-venta.

La operación no ha sido fruto de un arrebato. Nos cuentan fuentes cercanas al artista que llevaba no años, sino décadas buscando una casa por la zona. Y después de muchas vueltas, finalmente ha dado con la residencia perfecta. Una amplia mansión rodeada del tradicional paisaje gallego verde y frondoso que cumple a la perfección con todos sus requisitos, siendo el primero de ellos la privacidad. "No le cazará ni un fotógrafo dentro de la propiedad", nos dicen los que la conocen.

Con esta compra, Julio Iglesias cumple una deuda emocional que tenía con su padre. Su adquisición es una cuestión sentimental: el sueño del doctor Iglesias Puga era que su hijo tuviese una casa en su adorada Galicia.

La casa tiene un hórreo tradicional gallego.

Julio no tiene ninguna intención de mudarse a esta residencia ni de vivir en España. El artista es de climas cálidos, y aunque en Orense la temperatura no suele ser tan lluviosa o fresca como en otras zonas de Galicia, la idea es que pase temporadas cortas o que la visite algunos días durante el verano.

Julio no ha ido a verla

Lo más curioso de toda esta operación inmobiliaria es que Julio no ha ido a visitar la casa nunca. Tampoco Miranda. Todas las gestiones han sido realizadas por el mediador, que se enamoró de la casa en cuanto la vio. Sus paredes de piedra, sus techos con vigas de madera y la elegancia que transmite el entorno fueron claves en la elección. Las fotos exclusivas que pueden verse en Libertad Digital son sólo una pequeña prueba.

La fachada de la espectacular casa
Así era la entrada principal de la casa. Ahora han talado los cipreses.

Y eso que Julio y su esposa no ha podido comprobar sus virtudes climáticas. Dicen quienes han estado en Santa Lucía que en pleno mes de agosto pasas de bañarte en la piscina con un sol de justicia a tener que encender la chimenea cuando cae la noche.

Hasta un hórreo

La propiedad dispone de todas las comodidades: piscina (que han reformado para quitarle altura y que Julio pueda caminar para ejercitar su espalda), jacuzzi, ascensor (era uno de los requisitos esenciales), bodega, gimnasio, salón de juegos con mesa de billar de estilo Art Decó, casita de invitados y hasta un hórreo tradicional gallego. Y existe la posibilidad de que el cantante construya un helipuerto para acceder de forma directa desde su helicóptero.

Y lo más importante: la casa se ha vendido porque Julio Iglesias era el comprador. Si no, hubiese seguido, quizá para siempre, en manos de sus dueños.

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