Bertín Osborne sorprendió esta semana por tener como invitado a Iker Casillas, porque el exportero del Real Madrid no es muy dado a conceder este tipo de entrevistas. El andaluz fue hasta Oporto para grabar En la tuya o en la mía y para sonsacarle qué pasó con todas las polémicas de su entorno.
Después de hablar largo y tendido de fútbol y de su mala relación con Mou, pasaron a la cocina, donde Casillas reconoció no tener ni idea de cocinar, y apareció Sara Carbonero. Contaron cómo se conocieron, sin entrar en muchos detalles: "Ella cubría la información del Real Madrid y poco a poco esa relación se transformó en algo más íntimo".
Como era de esperar, también hablaron del beso histórico que le dio Casillas a Carbonero justo cuando ganaron el Mundial. Ambos confesaron que los primeros que aplaudieron por esa gran manifestación de amor fueron los actuales reyes de España, Felipe VI y Letizia Ortiz, y que "con ese beso Casillas engañó a toda España porque él no es tan perfecto", ni ese príncipe azul que se empezó a vender en la prensa después de las imágenes. Por su parte, el exjugador del Real Madrid confesó que lo hizo para poner un broche de oro a un momento en el que las críticas le llovían a la periodista porque le acusaban de despistar al futbolista durante la competición.
Sara también dejó claro que lo pasó mal cuando tenía que dar cierta información de Iker. "Ha habido veces que he tenido que decir cosas que me gustaban más o menos. Y hubo alguna época en que Iker era noticia todos los días. He pecado de lo contrario, de tener muchísimo más cuidado y de separar", contó. Iker reconoció que lo pasa muy mal cuando critican a la madre de su hijo porque sabe que lo hacen solo por hacer daño.