Diego Arrabal ha conseguido su objetivo. O al menos, en parte. El paparazzi amenazó con conseguir las imágenes del interior de la boda de Belén Esteban con Miguel Marcos después de que la colaboradora de Sálvame defendiera que sería imposible que nada se filtrase. Pero así ha sido.
Diego ha acudido a ¡Viva la vida! asegurando que tiene las fotos de la boda de Belén con las que podría reventar la exclusiva de su gran enemiga. Emma García confirmó que las imágenes eran reales y así lo hicieron también el resto de colaboradores, los mismos que incluso asistieron al enlace.
Tal y como ha explicado Diego, ha conseguido las fotografías subiéndose a una grúa de más de 15 metros de altura. Desde ahí y con la ayuda de su cámara y un gran objetivo ha conseguido capturar alguno de los detalles más íntimos de la boda y, por supuesto, el secreto mejor guardado y casi lo único que queda por desvelar: el vestido de boda.
Pero Diego ha ido más allá y confesó que no trabajó solo, que tenía fotógrafos infiltrados en el interior, lo que haría que consiguieran imágenes desde muy cerca y de lo más íntimas. Los fotógrafos detenidos por la Policía en La Vega del Henares, dentro del recinto, no son sin embargo de los contratados por Arrabal.
En total, más de 1.000 fotos incluyendo la más importante, el mencionado vestido de boda que arruinaría la exclusiva pagada de Belén Esteban. "Es el vestido colgado en la habitación de la finca", observó una sorprendida Emma García, concluyendo que había, efectivamente, un "topo" en la boda.
Sin embargo, Diego ha confesado que no tiene la intención de comercializar con dichas imágenes (de hecho, dice haber rechazado ofertas) y las ha dejado en manos de la dirección de ¡Viva la vida!, que rechazó emitirlas en antena.
Según La Razón, habría sido la propia Belén la responsable de parar la emisión de esas imágenes. Sus peticiones habrían sido respondidas por la cúpula de Telecinco, temerosa de enfadar a una de sus gallinas de los huevos de oro.
A ello se suma que ¡Viva la vida! es, al fin y al cabo, un programa dirigido por su padrino de boda, Raúl Prieto. Arrabal, que prometió emitir las imágenes en ese espacio, fue finalmente advertido de que no se emitirían y no solo por cuestiones legales.