Miguel Frigenti llegó a Secret Story para cumplir su sueño de participar en un reality de televisión, pero el sueño apenas ha durado tres semanas, ya que se convirtió en el tercer expulsado —sin contar con la eliminación de Sofía Cristo por mal comportamiento—. El colaborador de Sálvame ha pagado caro sus escándalos dentro y fuera de la casa. La audiencia no ha comprado su papel de víctima y que se aislara formando un grupo minoritario.
Al arrancar la gala a las 20:00h, los porcentajes de Frigenti y Sandra Pica estaban repartidos en un 50,2% y un 49,8%, cifras que no dejaron de moverse a lo largo de la gala hasta que, cerca de la medianoche, la organización cerró las líneas llegando a un 48,3% y un 51,7%. "Estoy muy nervioso y muy triste. Las últimas horas no han sido nada buenas", reconoció el periodista tras conocer su expulsión. Jorge Javier Vázquez aprovechó para saber si se arrepentía de algo de lo sucedido con Cristo antes de su expulsión disciplinaria, momento en el que Frigenti declaró que "reaccioné como pude, que fue tapándome los oídos. Pensé que si no lo hacía, iba a ser peor".
Ya en plató, Jorge Javier abordó los polémicos vídeos que Lorena Edo (GH 14) publicó tras la entrada de Frigenti a Secret Story, en los que Frigenti y su madre lanzaban durísimas palabras contra ella sobre su físico. "Lorena entra en GH 14, yo comentaba el reality y, cuando sale de la casa, ve que la he insultado y los dos nos faltamos al respeto mutuamente", explicó el colaborador, quien confesó haber recibido también "insultos homófobos". "Yo no me voy a defender de algo indefendible. Puse barbaridades, no lo voy a esconder", añadió Frigenti. Según explicó, se habrían reconciliado tiempo después, "pero cuando se rumorea que yo voy a entrar en este reality, empieza a sacar esto en Twitter". "Fue una metedura de pata, pero fue una guerra cruzada mutua. Y no lo justifico", concluyó.