
Zaragoza y los nueve pueblos que integran la Ruta del Tambor y del Bombo del Bajo Aragón tienen una Semana Santa que ha sido declara como como Fiesta de Interés Turístico Internacional. Además, Teruel y Barbastro cuentan con este reconocimiento a nivel nacional y otras trece localidades, entre ellas Huesca, Calatayud, Tarazona, Caspe, Jaca o Valderrobres, a nivel regional.
Y es que en Aragón estas fechas se viven con pasión a lo largo y ancho de toda su geografía. Seguro que ya has escuchado estos días el sonido de los tambores. La Semana Santa está al llegar y queremos proponerte varias citas para que la vivas intensamente. ¡Disfrútalas!
La procesión del Santo Entierro de Zaragoza, en la que participan todas las cofradías y hermandades de la ciudad, se celebra la noche de Viernes Santo y tiene la mayor concentración de tambores y bombos de toda España. Es una cita inigualable en la que saetas y jotas se mezclan con el sonido de bombos, tambores, matracas y carracas.

"Romper la hora" es el momento más emocionante y conmovedor de la Ruta del Tambor y del Bombo del Bajo Aragón, una de esas experiencias únicas que tienes que vivir al menos una vez. Cientos de tambores y bombos retumban al unísono produciendo un sonido estremecedor. Puedes presenciarlo la noche de Jueves Santo a las 00:00 h. en Albalate del Arzobispo, Alcorisa, Andorra, Híjar, la Puebla de Híjar, Samper de Calanda y Urrea de Gaén, y el día de Viernes Santo a las 12 del mediodía en Calanda.
En Alcañiz no se rompe la hora, pero el intenso azul de sus túnicas y terceroles se convierten en su seña de identidad estos días. No te pierdas la procesión del Pregón, el día de Viernes Santo a las 13:00 h, la del Santo Entierro, el Sábado Santo a las 16 horas y la de las Palometas, el Domingo de Resurrección a las 13.
El Viernes Santo a las 5 de la tarde puedes asistir a la representación del Drama de la Cruz de Alcorisa en el magnífico escenario natural del Monte Calvario. Una recreación de la Pasión y Muerte de Jesús en la que participan más de trescientos actores, muchos de ellos vecinos de Alcorisa, reviviendo con gran realismo los últimos días de la vida de Jesús.
En la localidad oscense de Ayerbe se recrea la noche de Jueves Santo el auto sacramental de la Enclavación. Una representación cargada de dramatismo y solemnidad en la que, en profundo silencio, se revive el momento de la flagelación, la enclavación en la cruz y la muerte de Cristo. En el camino al calvario portando la cruz, Jesús es acompañado por la cuadriga de romanos, las tres Marías y su discípulo Juan.
La representación de La Pasión en el Teatro Salesiano de Huesca comienza este año el 17 de marzo. Con más de 70 años de antigüedad, es uno de los actos más tradicionales de la Semana Santa de Aragón y se representa a lo largo de tres fines de semana, hasta el 1 de abril. En una increíble puesta en escena 150 actores y actrices reviven los últimos días de la Vida de Cristo.
En Tarazona no puedes faltar a la escenificación del Vía Crucis, el día de Viernes Santo a las 12:00 h. y al acto del Descendimiento, esa misma tarde a las 18:00 h. Escenas impresionantes cargadas de sentimiento.
La procesión del Santo Entierro de Calatayud es una de las más antiguas de España y participan en ella más de 4500 personas y 24 pasos procesionales. Van desde la iglesia de San Juan el Real hasta la plaza de España, donde se celebra desde el siglo XV el auto sacramental del Entierro de Cristo, uno de los momentos más admirados de los bilbilitanos.
El Cristo del Perdón de la capital oscense es el más antiguo de España. La procesión del Santo Entierro de Huesca, en la que salen todas las cofradías de la ciudad y 19 conjuntos escultóricos, se celebra la tarde de Viernes Santo a las 19 h. y es uno de los momentos más majestuosos de la Semana Santa oscense.
Cuaresma y Semana Santa en tu mesa
El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa con la bendición de los ramos de olivo y las palmas que llevan los niños, repletas de caramelos y otros dulces. Para Jueves Santo, Cabolafuente (Zaragoza) ha recuperado la tradicional limonada acompañada de dulces típicos de estas fechas como las hojuelas, flores, buñuelos y variada repostería.
En Bureta (Zaragoza) y en la localidad oscense de Bolea, se continúa con la costumbre de celebrar en la noche del Jueves Santo la tradicional Cena del Huevo. El Sábado Santo en Lagata (Zaragoza), los vecinos celebran la Fiesta de los Huevos, donde numerosas personas se reúnen para comer huevos fritos.
En Teruel, la fiesta no acaba el Lunes de Pascua ya que el martes se celebra el Sermón de las tortillas. Un día para disfrutar en familia y con amigos en el que se preparan tortillas, ensaladas, jamón, carnes a la brasa e incluso paellas. Y de postre, la rosca de Pascua, una torta de azúcar, con anisetes y huevo cocido dentro. Todo, para disfrutarlo al aire libre.
Si eres de los lamineros no te podrás resistir a los crespillos. Un postre relacionado con la Cuaresma y la Semana Santa que se hace en numerosas localidades aragonesas. El 22 de marzo tienes que ir a Barbastro para celebrar la fiesta del Crespillo, que reúne cada año a cientos de curiosos y golosos. ¡Y este año con más motivo porque ha sido proclamada Fiesta de Interés Turístico de Aragón! Este plato aprovecha la hoja de la borraja para hacer un dulce con un sabor inigualable. Huevos, harina, azúcar, leche, aceite de oliva, anís, levadura, hojas de borraja, y gaseosa son los ingredientes perfectos para un buen crespillo. Ven y saborea tu crespillo.
Si no has tenido suficiente, prueba unas deliciosas torrijas. Se cree que en Semana Santa al consumirse menos carne sobraba más pan al final del día y para no desperdiciarlo se ideó esta receta. Si no sabes hacerlas es muy fácil: coge varias rodajas de pan duro báñalas en leche o en vino con miel. Cuando estén bien empapadas, rebózalas en huevo y fríelas en abundante aceite.
Si quieres, las puedes aderezar con canela, azúcar, miel… seguro que querrás repetir. Y para continuar con este buen sabor de boca, es el turno de las monas de Pascua. Un dulce del Lunes de Pascua, compuesto de bollo de mantequilla y huevo duro. En los últimos años los pasteleros con sus grandes dosis de imaginación, han sabido dar a este postre clásico y sencillo, una imagen muy variada de formas originales y atractivas que lo convierten en un dulce imprescindible para estas fechas. ¡Que aproveche!
