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Decora la habitación de los más peques

La decoración es un paso crucial cuando decidimos crear nuestro hogar, pero la habitación de los más pequeños es aún más importante todavía.

La decoración es un paso crucial cuando decidimos crear nuestro hogar, pero la habitación de los más pequeños es aún más importante todavía.
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La habitación de los más peques será su espacio particular, y debe ser capaz de albergar las distintas facetas y estados de la vida de los más pequeños. Por ello, el color de las paredes, el mobiliario y los detalles se convierten en los pilares básicos a la hora de montar su habitación.

Dicen que para gustos los colores, pero no basta con tener en cuenta sólo las aficiones, pues los colores implican también unos estados de ánimo y unos estímulos. El Feng Shui es un claro ejemplo de cromatismo emocional, en el que se asocia los colores a elementos: Agua, Tierra, Metal y Fuego junto a estados de ánimo.

Huye de la intensidad en las paredes

En el caso de los niños, es recomendable colores neutros, donde el blanco es el rey de la luz y la pureza. Pero si nos resulta demasiado insustancial, siempre nos queda la gama de beis y ocres, relacionados con el elemento Tierra, símbolo de la armonía y el equilibrio. También la variedad más suave del Fuego, como salmones y naranjas o rosas suaves, que invitan a la ternura y el calor; mientras que otros colores pastel, como los azules o lilas, pueden ayudar a relajar y conciliar el sueño. Sin embargo, quedan totalmente fuera aquellos colores fríos como los azules intensos, violetas o morados, pues absorben la energía. O aquellos tonos excitantes, como el amarillo o el rojo, ya que pueden llegar a desbordar la energía de los niños.

Mobiliario: el espacio para el toque de color

A pesar de que ya hemos dicho que los colores intensos están fuera de lugar en las paredes, quizá puedan ser el toque de color que aporte un pequeño estímulo de energía, pero moderada, a los más pequeños. Por ello, podemos introducir estanterías, cajoneras o pequeñas mesas de juegos que den el punto de creatividad con colores verdes (esmeralda, lima, hierba...) y aguamarina, así como otros elementos como un puf de color rojo en el área de juegos. Asimismo, la ropa de cama también puede jugar con los contrastes en la habitación. Todo ello sin olvidar que los excesos no son buenos y la gama cromática es fundamental. Por lo cual, no deben ser elementos que desentonen totalmente, sino que se integren en el conjunto.

Decoración al ritmo del crecimiento con los vinilos

Si además queremos personalizar un poco más la estancia de los más pequeños podemos recurrir al último grito en decoración: los vinilos. Su facilidad de aplicación, su económico precio y su capacidad de renovación lo han convertido en un indispensable en los hogares. En el caso de los niños cuenta con el plus de poder ser modificado en función de los cambiantes gustos por los que se pasa a lo largo de las etapas infantiles y/o juveniles. La variedad de éstos es tan amplia que abarca desde dibujos tradicionales como flores, animales, coches... hasta ídolos infantiles, ya sean dibujos animados, personajes Disney o cantantes y actores. De esta forma, si la veleta de la afición cambia de rumbo, la decoración no queda atada a un momento determinado ni supone un gasto económico desorbitado.

Todo sea por esos pequeños que alegran la casa, pero cuyo desarrollo está en constante evolución.

En Chic

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