Me gustaría decirte que me encantas, que mi vida cambió el día que te conocí. Que quiero llenarte de regalos, darte sorpresas, hacerte sonreír. Que quiero ser tu apoyo en los malos momentos y compartir nuestras alegrías. Que quiero esforzarme por darte la vida y las cosas que mereces. Que quiero ver amanecer a tu lado todos los días de mi vida. Que quiero viajar y descubrir el mundo contigo.
Me gustaría superar el miedo a hablar contigo pero me cuesta tanto... Te veo como un amor imposible, como una meta inalcanzable. Y eso me encanta, pero también me hace sentir algo desilusionado por pensar que quizá nunca llegues a ser para mí.
De todas formas creo que lo mejor es hacértelo saber, para que decidas lo que decidas, pueda quedarme con la tranquilidad de haberme quitado este peso de encima. No quiero seguir sufriendo cada noche pensando en lo mal que me siento por no ser claro contigo.
Me quedo con ganas de expresarte muchas más cosas, pero no soy capaz de escribirlas en un papel, me cuesta tanto transmitir mis sentimientos... Así que quizá lo más sencillo sea resumirte todas estas líneas y el resto de cosas que pasan por mi cabeza en dos palabras:
Te quiero.
Eduardo