Dentro del universo de las mascotas son los perros los que se llevan la palma. Nosotros hemos decidido hablarte de una tendencia en decoración que promete a nuestros amigos caninos unas casetas que no escapan al lujo y la ostentación con la que muchos diseñan sus casas.
Y es que no estamos hablando de las típicas casas de madera a las que estamos acostumbrados, sino de réplicas exactas de las casas de los dueños. Se trata de viviendas en miniatura para que los perros puedan vivir a cuerpo de rey mientras sus dueños pernoctan en la versión humana de las mismas. Las lujosas casetas suelen tener por fuera la misma fachada que la vivienda familiar, construida además con los mismos materiales que se han utilizado en la primera: piedra, ladrillos o madera. En ocasiones, hasta es posible construir un camino con plantas o una piscina en forma de hueso. Nada parece ser suficiente para nuestro perro.
No hay duda de que comprar una de estas casas para perros es un gasto caro, pudiendo oscilar desde los 4.000 euros de presupuesto a unos desorbitados 19.000. Queda claro por tanto que para poder acceder a este tipo de comodidades para los perros necesitamos dos cosas. La primera es un gran presupuesto y la segunda jardín amplio. Algo de lo que no todos podemos presumir. Pero no te preocupes porque a día de hoy existen alternativas para casi todo, y una de ellas pasa por integrar a nuestro perro dentro de la decoración de la vivienda principal.
En el caso de que vivas en un discreto pero acogedor piso existen alternativas igualmente elegantes, como es el caso de las camas para perros. Actualmente las camas para nuestros fieles compañeros caninos han sufrido varios cambios, pero todos ellos muy positivos desde el punto de vista decorativo. Los tradicionales puff que algunos tenemos en nuestras casas pueden convertirse en una cama de diseño para el perro. Tan sólo hay que saber cuál escoger, de qué estilo y en qué color. El colchón, por su parte, puede ser sencillo en algodón o cuero, o bien optar por alternativas más caras como el nylon, resistente a las manchas y al agua. La tela de micro-fibra con bolitas de polipropileno en su interior es el tejido más de moda, pues permite que la cama se adapte mejor a la forma y postura del perro y además mantiene su temperatura corporal.
Estas camas para perros pueden integrarse perfectamente en el diseño de la vivienda y, en cuanto a su precio, no resulta tan caro como las casetas: alrededor de los 100 euros. Pero si aún necesitas un presupuesto más escueto, te recomendamos los tradicionales puff en lugar de las camas. Por un lado evitas rascar demasiado el bolsillo y, por otro, previemes que tu perro se suba al sofá y te deje todo lleno de pelos y de babas. Con un sencillo puff el perro dispone de su propio sofá y su propia cama.
Como ves, integrar a nuestros amigos los perros dentro de la decoración de interiores no es tan difícil como parece.