No es la primera vez que se habla de la problemática de las modelos demasiado delgadas en las pasarelas. Aunque es cierto que cada vez son más las marcas que apuestan por el modelo curvy, y sobre todo por introducir prendas de tallas tan variadas como mujeres existen, todavía en muchos desfiles vemos como los diseñadores eligen a modelos que están realmente delgadas. Aunque hace unos años se habían impuesto unas normas de tallajes, así como de peso, el público asistía a momentos en los que aquellas parecían no cumplirse. Y las cosas se mantenían como estaban. Pero parece que poco a poco se van dando pasos hacia adelante, y hoy te contamos que Francia acaba de aprobar una ley en la que no permitirá que se ensalce la delgadez extrema en las pasarelas.
Socialmente comienza a estar mal visto. De hecho, algunas marcas que han elegido polémicas imágenes de modelos delgadas para publicitarse se han encontrado de frente con un público que las critica abiertamente. Por el contrario, aquellas que han optado por modelos con muchas curvas que demuestran que la mujer no tiene porque tener una talla 36 para ser guapa, se llevan grandes alabanzas. Pero volvamos a la noticia del país galo en el que dentro de pocas semanas será imposible, al menos si se cumple la ley, encontrarnos con modelos que realmente veamos que su cuerpo es excesivamente delgado, incluso para su profesión.
La propuesta no es casual, sino que pretende por un lado que se deje de utilizar a la mujer como un reclamo en el que el cuerpo debe responder a unas determinadas proporciones que distan mucho de la realidad de la mayoría. Y por otro, esta ley quiere acabar con las enfermedades relacionadas con la alimentación, sobre todo con la anorexia y con la bulimina, las cuales son muy reincidentes entre las mujeres más jóvenes. Yo creo que en realidad no debía haber sido necesario que el gobierno galo aprobase ninguna ley. Me explico mejor. Lo lógico hubiera sido que las marcas firmasen una especie de garantía en la que se comprometiesen con cosas que son de sentido común. Y es que no podemos decir que la anorexia y la bulimia sean algo que no ocurre, ni tampoco que el mundo de la moda no lo esté incitando. Además, ¿realmente cuántas mujeres entre las que se supone está su público objetivo entran en esas tallas con las que se desfila? Muy pocas…
Pero como las marcas de moda llevan décadas enfrascadas en ese modelo, tienen que venir los gobiernos a poner orden. Ciertamente, la voluntad ha sido capaz de hacer muchas cosas, como por ejemplo los compromisos por evitar crear prendas en situaciones de precariedad laboral, la explotación infantil o renunciar a pieles de animales que tienen una muerte lenta o cuya carne no se utiliza. Si la industria de la moda ha podido hacer este tipo de cosas, ¿por qué no se ha planteado también dar un giro en la imagen de la mujer que colocan frente a la pasarela? la verdad es que resulta complejo de entender.
El caso de Francia
La ley que prohibirá los desfiles con mujeres extremadamente delgadas no se queda en una mera norma o recomendación que nadie cumplirá como ya ocurrió en el pasado. De hecho, la normativa prevé hasta seis meses de cárcel y una multa de 75.000 euros para aquellos que osen saltársela. Además, ésta es solo una de las medidas que se han aprobado, ya que hay toda una batería de medidas que vienen a complementarlas y que suponen que se va a luchar de forma activa contra aquellas conductas que incitan a la anorexia o a la bulimia. De esa manera, se considerará también delito cualquier actitud que pueda considerarse como tal. Tenemos por tanto que la medida actualmente decidida por Francia, no solamente afectará a las pasarelas, sino también a todos los sectores.
La verdad es que habrá que esperar a que entre en vigor y podamos entender cómo se lleva a cabo, así como si se hace caso, o si se prefiere abonar las multas. En todo caso, iniciando un procedimiento penal con el que se puede ir a la cárcel creo que será más difícil que compense, como ocurrió en otras ocasiones en las que solamente se hacía referencia a delitos de faltas que se pagaban con una multa sin más. Ojalá y la ley se aplique, y ojalá y cambien muchas cosas. Pero sobre todo, ojalá el ejemplo de Francia cunda en otros países, como por ejemplo en el nuestro.