Para conquistar al público muchas marcas de moda ya no pueden quedarse con la tesis de ofrecer productos de calidad, al mejor precio y que se inspiren en las tendencias más actuales de las pasarelas. Poco a poco los consumidores van tomando conciencia, y aunque en España -sobre todo por la crisis y la escasa liquidez de la que disponemos- cuesta más que este modelo se implante, en buena parte de los países europeos ya marca las nuevas fórmulas de compra de los consumidores ¿Qué tienen que tener ahora las firmas de moda entonces? Pues básicamente valor añadido y responsabilidad social.
La última polémica relacionada con el angora de Zara ha sido otra de las gotas que colmó el vaso y que demuestra que los lobbys que hay detrás del mundo de la moda están dispuestos a presionar al máximo para que el gigantesco sector sea cada vez más responsable. Hace unos días, también saltaba a la palestra informativa la noticia del evento mundial relacionado con la moda responsable. Así que, viendo que cada vez es más importante para los consumidores, vamos a ver los valores de las marcas que deberían primar para esos consumidores tan exigentes que quieren ir mucho más allá de la prenda en sí misma.
La garantía del trabajo digno
Quizás por el hecho de que todos tenemos la vista puesta estos días en Asia, y precisamente porque es allí dónde la mayor parte de las empresas llevan a cabo sus negocios, el consumidor nuevo ya no ve con tan buenos ojos aquello de que una prenda se fabrique en lugares en los que los salarios y las condiciones de trabajo suelen ser infrahumanos. De hecho, en más de una ocasión las investigaciones han arrojado luz sobre el hecho de que la mayoría de las grandes compañías a las que todos, antes o después hemos comprado, no respetan los derechos fundamentales. Salarios que no son ni para comer, y horarios realmente rígidos que no son compatibles con una vida digna son las características más habituales de estas contrataciones. Y el consumidor comprometido quiere evitar que su dinero siga alimentando ese círculo vicioso tan perjudicial para las personas.
El made in Spain
En el caso de España sería el made in Spain, y en el caso de otros países lo hecho en tierra propia. Las marcas que nacen, crecen y venden en su propio territorio pueden sacar partido de ese localismo para conseguir que los clientes se animen a la compra. Eso sí, no basta con que la prenda luzca el hecho en España. Ese hecho en España debe suponer valores de mejora para la comunidad. La creación de empleo, la inversión en causas que atañen a la sociedad de la que se forma parte, o formación orientada a nuevas contrataciones y a formar a los jóvenes son las acciones específicas que más se reclaman. Es cierto que el mero hecho de que una firma se mantenga en España viendo lo económico que resulta irse a países asiáticos es ya todo un logro, pero se trata de apuntar al máximo en cuanto a valores empresariales.
Compromiso animal y con el medioambiente
Otras de las cualidades que estos nuevos consumidores valoran en el mundo de la moda es la que tiene que ver con el compromiso con los animales. No utilizar pieles, y darle un trato digno a esos animales que sirven para crear prendas de moda es fundamental. De hecho, en el caso de Zara con los conejos de angora, la denuncia surgió porque no se utilizaba ya su carne y porque además eran despellejados vivos. La marca nunca reconoció haber encontrado irregularidades, pero para evitarse un problema mayor, decidieron eliminar este material de sus colecciones. Y es que una mala imagen de marca supone vender menos, y de paso, estropear ese icono que tantos años le ha llevado construirse en el sector.
¿Qué opinas de todos esos valores de marcas de moda que no están relacionados de forma directa con la prenda como valor de venta? ¿Utilizas alguno de ellos para elegir a tus marcas preferidas o te consideras un consumidor tradicional, como los de siempre?