Hay muchas tendencias decorativas que han sido protagonistas durante años y que luego cayeron en el olvido, siendo considerados algo muy clásico. Sin embargo, hay algunos ejemplos de cómo éstas después se reinventaron, volviendo a ser un objeto vanguardista que combinado de diferentes maneras podría calificarse como cool dentro del mundo de la decoración. Uno de esos casos es lo que ha ocurrido con las lámparas de araña. En realidad este accesorio se llevó durante mucho tiempo, y ahora vuelve a estar a la última.
Eso sí, aquellas lámparas de araña que se usaban para decorar salones señoriales con muebles de madera maciza, grandes grabados y papeles pintados en la pared siguen sin encajar en la decoración más tendencia. Pero eso no significa que no puedas sacarle partido a una de esas que había en tu antiguo salón y que acabó en el trastero, o que no puedas encontrártelas en las tiendas más modernas que actualmente buscan imitar esta tendencia del pasado. La clave está en saber cómo combinarlas.
Muchos decoradores han optado por recuperar estas lámparas y darle un toque más elegante pintándolas de colores oscuros. El negro suele ser el color más habitual. Aunque para poder hacer eso hay que asegurarse que la habitación sea realmente grande, que la decoración que tenemos no acabe por quitarle el protagonismo a la lámpara de araña, y al mismo tiempo, que el ambiente tenga toques de negro con los que combine y a los que complemente en conjunto.
Pero si no quieres pintar tu lámpara, y tampoco te interesa hacerte con una lámpara de araña en tonos muy oscuros, has de saber que en el estilo moderno, en el estilo rústico e incluso en el estilo industrial, puedes colocar uno de estos objetos. Las reglas básicas son que en el espacio que ocupa no haya nada que llame más la atención y que tampoco haya un exceso de objetos. Es decir, cuanto más sencillo sea el ambiente, mucho mejor quedará esta lámpara. Por otro lado, los techos deben ser lo suficientemente altos como para no dar la sensación de que se nos va a venir la casa encima. Y ya por último, debe haber el suficiente espacio en la estancia como para que la lámpara se vea bien y no cause un efecto de hacer la habitación más pequeña como ocurre con muchos objetos llamativos y de grandes dimensiones.
¿Qué dices, te animas a poner una lámpara de araña en tu hogar?