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La NASA consigue cuatro meses después recuperar las últimas muestras del asteroide Bennu

Tras meses de trabajo, la NASA ha conseguido recuperar las últimas muestras del asteroide.

Tras meses de trabajo, la NASA ha conseguido recuperar las últimas muestras del asteroide.
Científicos del Museo de Historia Natural de Londres examinando los primeros materiales de Bennu para analizar sus componentes. | Cordon Press

El equipo de astromateriales del Centro Johnson de la NASA ha completado el desmontaje del contenedor de la misión OSIRIS-REx que portaba las últimas muestras del asteroide Bennu.

Dos de los cerrojos del cabezal del contenedor no pudieron ser retirados en la operación inicial para recoger las muestras, organizada después de que el dispositivo llegase a la Tierra en septiembre. Hubo que fabricar nuevas herramientas para extraerlos, un proceso que concluyó el 10 de enero.

Una vez retirado el cabezal, el equipo ha podido observar el material presente en el interior, que será recogido en un minucioso proceso antes de que se pese, empaquete y almacene en la colección de astromateriales del Centro Goddard, preservando la muestra de la atmósfera terrestre.

El material de muestra restante incluye polvo y rocas de hasta aproximadamente un centímetro de tamaño. La NASA ya había recolectado 70,3 gramos de material de asteroide del hardware de muestra antes de que se retirara la tapa, superando el objetivo de la agencia de traer al menos 60 gramos de Bennu a la Tierra, según la institución.

A finales de este año se publicará un catálogo de todas las muestras de Bennu que han podido ser recuperadas, para que los científicos e instituciones que lo soliciten puedan presentar solicitudes de investigación o exhibición.

Una cápsula del tiempo sobre el origen del Universo

Las muestras de Bennu son las primeras que la NASA ha podido recoger de un asteroide y enviar a la Tierra. La cápsula con las muestras aterrizó el pasado mes de septiembre en el desierto de Utah tras un viaje de siete años.

Según dijo a EFE el argentino Lucas Paganini, científico planetario de la NASA, Bennu contiene moléculas que se remontan a la formación del sistema solar hace 4.500 millones de años y que podría arrojar luz sobre preguntas que han intrigado a la humanidad durante siglos, como el origen de la vida y del propio sistema solar.

"Los asteroides son muy importantes porque son los desechos de cuando se formaron los planetas 4.500 millones de años atrás. Son como cápsulas del tiempo, equivalentes a fósiles de dinosaurios que nos permiten saber qué estaba ocurriendo hace millones de años. En este caso, con nuestra misión, estamos viajando miles de millones de años atrás en el tiempo", explicó Paganini.

Los científicos creen que esas moléculas podrían haber llegado a nuestro planeta a bordo de meteoritos y, por tanto, analizar la composición de Bennu les servirá para comprobar esa hipótesis y esclarecer qué papel podrían haber jugado los cuerpos celestes en el origen de la vida.

Precisamente, los científicos eligieron Bennu porque es relativamente rico en moléculas orgánicas y, además, tiene una órbita conocida, lo que facilitó que la nave nodriza Osiris-Rex pudiera acercarse para tomar muestras.

Descubierto en 1999, se cree que Bennu se formó a partir de fragmentos de un asteroide mucho más grande tras una colisión. Mide medio kilómetro de ancho, aproximadamente la altura del Empire State Building, y su superficie negra y rugosa está llena de rocas grandes.

Además, existe la hipótesis de que Bennu colisione con la Tierra en 159 años y, aunque esta posibilidad es de solo un 0,057 por ciento, esta misión de la NASA también serviría para ver cómo cambiar la trayectoria del asteroide si fuera necesario.

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